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Cómo un pequeño condado de Texas se convirtió en el más rico de EEUU

Condado de McMullen
Foto de CNBC

La revelación ha sorprendido a muchos: por encima del condado de Nueva York, del de Fairfield, en Connecticut, y del condado de Teton, en Wyoming, que hasta hace muy poco fueron los sitios más ricos de Estados Unidos, acaba de erigirse otro centro poblacional del que nadie había hablado hasta el momento.

Se trata del condado de McMullen, en el estado de Texas, un rectángulo de unos 110 kilómetros emplazado al noroeste de Corpus Christi y al sur de San Antonio, no muy lejos de la frontera con Nuevo Laredo. Pues resulta que, con sus escasos 804 residentes, McMullen ostenta el título del condado con el ingreso bruto ajustado más alto del país.

De acuerdo con los números del Servicio de Rentas Internas revisados por los investigadores de la Universidad de Syracuse, el ingreso bruto ajustado promedio de su población fue nada menos que de 303,717 dólares al año: el más alto del país.

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La riqueza ha llegado a McMullen de la mano de la polémica práctica de fracking de petróleo y gas, que está prohibido en un par de estados y limitado en otros, pero que es bienvenido en Texas. Ahora mismo, McMullen alberga el depósito de gas de esquisto más productivo de los Estados Unidos.

Durante décadas, las compañías de petróleo y gas habían determinado que los costos de extracción eran demasiado altos para los depósitos de esa región. Pero en los últimos años, la tecnología del fracking lo ha cambiado todo, haciendo que la economía de McMullen se haya disparado. Un crecimiento que ha seguido aumentando a medida que los precios de la energía han bajado.

“[El fracking] ha aumentado nuestra tasa de empleo”, asegura Kimberly Kay Kreider-Dusek, la única abogada de la ciudad.

El lado negativo

Sin embargo, la llegada de esta riqueza ha tenido también su costo.

En los últimos tiempos se ha evidenciado un aumento de la tasa de delincuencia, con hasta ahora 200 delitos menores al año, además de un incremento de la circulación de autos. De hecho, la mayoría de esos delitos menores están relacionados con incidentes de tráfico.

En paralelo, a partir de lo que el sheriff Emmett L. Shelton considera como una “aplicación extremadamente vigorosa” de las infracciones de tránsito por parte de su oficina, este condado escasamente poblado tiene una tasa de encarcelamiento desproporcionadamente alta, siendo en 2014 la segunda más alta de todo Texas.

Además, las relaciones entre los residentes del condado de McMullen y las compañías de petróleo y gas responsables de su riqueza, han terminado por agrietarse. Recientemente se produjo una disputa entre residentes y una empresa de perforación que quería poner un vertedero cerca de una cuenca del condado, posiblemente arriesgando la contaminación del suministro de agua.

Este conflicto pudiera conducir a una audiencia ante la Comisión Ferroviaria de Texas, que regula las actividades de petróleo y gas en el estado.

Por su parte, los opositores de fracking señalan que este proceso podría afectar negativamente el suministro de agua local, por lo cual el año pasado ya las autoridades del sector emitieron una advertencia sobre la contaminación.

Operarios de una planta de fracking
Operarios de una planta de fracking. Foto de Brennan Linsley (AP)

Beneficios para la comunidad

Más allá de todo esto, los rendimientos financieros son innegables. Gracias al aumento de los ingresos fiscales del condado, este se ha permitido instalar tres semáforos en su escasa red vial, cuando antes no había ninguno.

McMullen también ha utilizado sus ingresos en ayudar a los residentes más necesitados. De ahí que se haya creado una organización sin fines de lucro que ofrecer préstamos a bajo interés, que se haya ampliado un programa de asistencia alimentaria para los ancianos y que se haya abierto una nueva clínica. Mientras antes los residentes tenían que conducir 30 millas para ser recibidos por un médico, ahora un doctor viene semanalmente.

Además, el distrito escolar local, con aproximadamente 250 estudiantes, 39% de ellos de minoría étnica y 25% económicamente desfavorecidos, también ha obtenido más recursos y ahora cuenta con una tasa de graduación del 100%.

Para la mayoría de los terratenientes de McMullen, las regalías relacionadas con el fracking llegan al menos al doble de sus salarios diarios. Para quienes no poseen tierras, la llegada de este método de explotación de gas y petróleo ha significado la apertura de nuevos empleos.

Si bien los viejos ganaderos extrañan el trabajo del día a día con sus centenares de reses, ahora les reconforta que un cheque con cifras notables entra con regularidad a sus cuentas corrientes, y que esto le ha dado la oportunidad de construir nuevas casas aledañas a la residencia familiar, para que sus hijos se independicen y formen sus propias familias, no lejos de los abuelos, como manda la tradición.