Yahoo Finanzas Planean construir una ciudad futurista y sostenible en medio del desierto
¿Cómo sería una ciudad moderna si se pudiera construir desde cero? Esta es la idea a la que le ha estado dando vueltas el empresario Marc Lore, que quiere hacer realidad su sueño de crear una ciudad totalmente sostenible y equitativa.
Para ello ha contratado los servicios del prestigioso arquitecto danés Bjarke Ingels -director del estudio BIG Bjarke Ingels Group-, quien ya se ha puesto manos a la obra con los planos de lo que será una ciudad totalmente innovadora que se quiere construir en medio del desierto.
Telosa es el nombre que han elegido para bautizar a esta futurista ciudad que se alzará en un paraje de unos 600 km2 actualmente vacío, localizado en Idaho o en Nevada. Sin embargo, cualquier parecido con la famosa ciudad de Las Vegas se acaba ahí: Ingels y Lore tienen una visión completamente distinta para su ciudad, que pretende convertirse en un modelo para el desarrollo de la vida urbana moderna.
La gran ventaja de planificar toda una ciudad desde cero es que se puede convertir en la ciudad más sostenible del mundo, tanto por la utilización de materiales ecológicos como por el diseño de los espacios. Las calles de Telosa darían prioridad a los peatones y a las bicicletas y los vehículos eléctricos compartirían espacio de manera segura con la gente y con la naturaleza.
También se planea la construcción de una gran torre de observación en el centro llamada Equitism, que constituiría un símbolo de unión entre visitantes y residentes. Y es que, además de la cuestión medioambiental, los creadores de Telosa pretenden que sea una ciudad abierta, equitativa e inclusiva que se adapte mejor a las formas de vida contemporáneas.
Sin embargo, los autores del proyecto aclaran que no se trata de una especie de Utopía y afirman que sus planes son completamente realistas. Se espera que la ciudad albergue a una población de 50.000 personas en el año 2030 y que alcance los cinco millones de habitantes en las siguientes cuatro décadas. El tiempo dirá si se trata de un paraíso futuro o de un sueño demasiado bonito para ser real.
