Yahoo Finanzas Así se preparan las carreteras ‘con inteligencia’ para la llegada del coche autónomo
Si pensamos en las carreteras del futuro probablemente nos venga a la mente una realidad en la que justo lo que no hay son carreteras, porque los coches vuelan. Esta representación ha adquirido su espacio en el imaginario colectivo, alimentada sustancialmente por la ficción en las que aparecen vehículos que circulan por vías aéreas.
La realidad siempre acaba superando a la ficción, y podría ser que este año la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) comenzara a hacer pruebas de media docena de empresas con aerotaxis. Taxis voladores y sin tráfico: El futuro está cada vez más cerca. La tecnología para darles a los coches la capacidad de volar existe, muchas empresas automovilísticas llevan años trabajando en su propio modelo.
Pero lo cierto es que el cielo puede esperar, porque primero hay que ocuparse de la tierra. Una tierra en la que una de cada 10 carreteras españolas presenta deterioros graves en el 50% de su pavimento, según el último informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC).
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Los coches cada vez tienen más informática y menos mecánica. Todo apunta a que el coche del futuro será absolutamente autónomo. La financiación del sector automovilístico se destina principalmente a mejorar los vehículos, haciéndolos cada vez más inteligentes, pero nos estamos olvidando de las superficies por donde transitan, que deberán adecuarse también a los nuevos tiempos y a las tecnologías disponibles.
Roderas, desintegraciones, deformaciones, baches o grietas son los daños más frecuentes de las carreteras, que afectan a la seguridad, la comodidad y la eficiencia de la infraestructura viaria. La inversión requerida para resolver este tipo de problemas podría transformar las carreteras no solo en vías transitables, sino también en vías inteligentes. No basta con arreglarlas, hay que digitalizarlas. El transporte debe evolucionar hacia un futuro más sostenible y amable con el medio ambiente, y parte de la comunidad investigadora sostiene que lo que sobran no son los automóviles, sino las vías ineficientes.
La apuesta por estas tecnologías en la movilidad contribuiría, según el estudio de Indra, a reducir los accidentes y mejorar la seguridad y la protección de viajeros e infraestructuras, haciendo estas más eficientes y optimizando el uso de los recursos públicos. Este informe, 'ITT Report 2019 on Smart Roads', aborda el valor añadido que supondría la tecnología en unas carreteras más inteligentes, fundamentales para crear una movilidad respetuosa con el medioambiente.
La tecnología de las ‘carreteras inteligentes’
La tecnología más popular quizás sea el uso de drones. Se convierten en el primer eslabón en la gestión de las carreteras y el tráfico y son especialmente útiles en caso de grandes aglomeraciones y en accidentes. Llegan antes y la DGT también los usa utiliza para detectar infracciones. La aplicación en la movilidad de Big Data e Inteligencia Artificial no es tan conocida, pero ambas hacen posible una gestión del tráfico mucho más avanzada y lógica, ya que, por ejemplo ofrecen acceso a información en tiempo real sobre el tráfico. El Big Data, por su parte, es además una potente herramienta para la preservación del planeta, ya que esta tecnología mitiga retenciones y reduce el gasto de combustible y las emisiones de CO2 en las vías de circulación.
Un ejemplo en desarrollo es Visión Artificial, que tiene multitud de aplicaciones, sobre todo en las autopistas, como la tarificación dinámica, gestión y mantenimiento de los centros de control y de carretera para mejorar los niveles de seguridad y eficiencia, el control remoto o la detección de ocupantes de los vehículos. El DAS es otra de las aportaciones tecnológicas potentes a esta nueva movilidad. Es el sensor acústico distribuido, artífice de que kilómetros de fibra óptica y miles de sensores de vibración logren clasificar eventos y generen alarmas.
El blockchain también se aplica sobre todo en las carreteras de peaje para efectuar pagos sin problemas y de forma adecuada, automatizando el proceso y eliminando los errores.
Asimismo, Edge Computing y, por último, el más familiar 5G, contribuyen a conectar entornos y son vitales para garantizar la conexión de los diferentes sistemas que se aplican en las carreteras inteligentes, y ayudan a que los dispositivos sean más eficientes y funcionales.
La inteligencia de las autopistas ya es una realidad en Japón. Las denominadas carreteras musicales de Japón están ubicadas en grandes ciudades como Hiroshima, Gunman o Hokkaido, y estas generan notas musicales que advierten a los conductores de accidentes u otras incidencias. También son ya una realidad en países como Corea del Sur, Suecia o el Reino Unido.
En España, una startup trabaja precisamente en el desarrollo de tecnologías aplicadas a las carreteras. La tecnología de ASIMOB es capaz de generar un ‘mapa’ de la vía que facilita esa inspección la gestión del mantenimiento al ofrecer una visión de conjunto del trazado. El objetivo es lograr optimizar los recursos del mantenimiento de la infraestructura vial. Para ello informa, casi en tiempo real, de cuál es el estado de la señalización de la vía e incluso si se han producido baches o deterioros, si hay elementos extraños o del estado de las mismas.
Uno de los usos más prácticos e inmediatos de la inteligencia artificial es detectar patrones y anticipar posibles problemas sobre la base de una recopilación de datos. Ahora esta tecnología, aplicada a las carreteras, podría tener múltiples beneficios en la movilidad, ya que sería capaz de predecir accidentes y poner medios para evitarlos. El ‘Horizonte 2030’ y el ‘Horizonte 2050’ deberán llevarnos a nuevos parámetros de movilidad, donde la tecnología sea la clave para seguir innovando en avances que favorezcan la seguridad, la eficiencia y preserven el medio ambiente.
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