Byton sigue demostrando sus diferencias frente a Tesla
En Byton están convencidos de que sus vehículos son un adelanto del futuro que está por llegar. Y razón no les falta. En su conferencia celebrada en el pasado CES Asia, pudimos comprobar cómo la marca se presentaba como un fabricante del futuro que apuesta por la conectividad y la tecnología más extrema, dando por sentado algunos argumentos que, quizás, todavía estamos asimilando a día de hoy. No podemos negar desde luego que eso es disponer de una visión de futuro bastante aventajada frente al resto.
La primera marca que probablemente se te venga a la mente al ver los conceptos de Byton es Tesla. La marca de Elon Musk está demostrando que el vehículo 100% eléctrico es posible, un reto que Byton está dispuesto a otorgar a Musk, ya que ellos mismos resumen los logros de Tesla en la estandarización de la electrificación. Y es verdad. Hoy en día, cualquier modelo de Tesla es signo de libertad eléctrica, una libertad un tanto abstracta, ya que la dependencia hacia el enchufe sigue siendo el principal hándicap para muchos compradores. Pero el interés hacia este tipo de vehículos ha crecido gracias a los ya conocidos Model S, Model X y Model 3, y aunque llaman la atención con sus grandes pantallas con todo tipo de información y automatismos (especialmente con el llamado modo Autopilot), hay aspectos que todavía se alejan de lo que podríamos concebir como el coche del futuro. Y ahí es donde entra en acción Byton.
Byton K-BYTE: Un nuevo paso hacia el futuro.
Tras la presentación del M-Byte, la marca china ha vuelto a utilizar la palabra “Byte” para dar nombre a su nuevo prototipo. Y es que no olvidemos que los vehículos de Byton siguen siendo conceptos que pretenden llegar a la línea de fabricación en un plano de unos 3 años (finales del 2019 para el M-Byte). En esta ocasión, el diseño da vida a un modelo sedán completamente autónomo de nivel 4 que promete conducción autopilotada sin la necesidad de la presencia de un conductor. Para ello está equipado con unos sensores LIDAR a ambos lados y en la parte superior con los que poder controlar el entorno cuando el vehículo está en movimiento. Dos sensores laterales llamados Liguards controlarán ambos lados del vehículo, con la peculiaridad que quedar completamente ocultos cuando el vehículo está estacionado (cuentan con un tamaño considerable).
Arriba en el techo encontramos el llamado LiBow, una columna vertebral en forma de arco que cuenta con dos LIDAR en cada extremo para monitorizar el frontal y la espalda del vehículo. La combinación de estos sensores permite ofrecen una cobertura de 360 grados que permiten dar vida al sistema de autopilotado de nivel 4.
Conectividad como elemento principal.
Pero si hay algo en que destaca en los prototipos de Byton es sin duda su sistema de infoentretenimiento. Una gigantesca pantalla de 49 pulgadas da vida al salpicadero, pero si con eso no nos bastaba, el fabricante incluye además una pantalla extra en pleno volante y otras dos en la parte trasera de los reposacabezas. Esta combinación de pantallas permite ofrecer todo un sistema interactivo enfocado especialmente en el aspecto social, ya que podremos compartir el estado de nuestra ruta con nuestros contactos o disfrutar de contenidos multimedia a pantalla completa cuando el vehículo esté estacionado (no sabemos si se animará a ofrecerlo también cuando el modod autónomo esté en funcionamiento).
Esa es la principal arma con la que Byton se diferencia del resto, todo un panel interactivo que elimina cualquier control físico a la vista y que invita a convertir el vehículo en un medio de transporte automático en el que poder realizar otras tareas imposibles a día de hoy con las manos en el volante. Porque el coche del futuro no es sólo eléctrico, sino que también estará conectado. Todo esto será posible siempre y cuando el nivel 4 de autonomía se consiga, algo que por ahora la marca no ha demostrado y en lo que Tesla lleva ya bastante experimentado.