Boris Johnson reestructura el gabinete británico en busca de oxígeno
LONDRES.- Después de meses de críticas a varios miembros de su equipo por las medidas tomadas respecto de la pandemia y del manejo del país, el primer ministro británico, Boris Johnson, inició este miércoles un proceso de reestructuración de buena parte de su gabinete.
Johnson se había puesto al hombro el objetivo de conseguir la igualdad regional, bajo una agenda que fijó en 2019 tras conseguir la mayoría parlamentaria del Partido Conservador -algo que no ocurría desde la administración de Margaret Tatcher-, y que incluyó el Brexit, pero sus planes se vieron frustrados por la pandemia del Covid-19, y su gobierno comenzó a perder popularidad.
El primer ministro busca ahora recuperar el timón. ”Sabemos que los ciudadanos también quieren que cumplamos con sus prioridades, y por eso el primer ministro quiere asegurarse de que tenemos el equipo adecuado para ello”, aseguró uno de sus voceros en declaraciones públicas.
Además, una fuente de la oficina de Johnson dijo que el líder británico nombraría a los nuevos ministros “con el objetivo de unir y equilibrar a todo el país”.
Uno de los primeros funcionarios en partir será el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, cuyo cargo ocupará la hasta ahora ministra de Comercio Internacional, Liz Truss, de 46 años, encargada desde el Brexit de negociar los nuevos acuerdos de libre comercio prometidos por Johnson.
Raab, un liberal de 47 años, fue muy criticado por su inacción en la crisis afgana, al permanecer de vacaciones en Creta mientras Kabul -la capital de Afganistán- caía en manos de los talibanes, a mediados de agosto. El ministro también culpó al ejército de algunos de los errores cometidos durante las evacuaciones y el retiro de tropas.
Pese a su desplazamiento de la cartera internacional, Raab no deja el Ejecutivo sino que fue reasignado como ministro de Justicia y viceprimer ministro, un papel que desempeñó, en los hechos, cuando intervino para dirigir el gobierno durante las semanas en las que Johnson debió ser internado por coronavirus.
Otro de los funcionarios que fueron reacomodados es Michael Gove, cercano al primer ministro y encargado de coordinar la acción gubernamental. Ahora fue nombrado por Johnson como ministro de Vivienda y Gobiernos Locales, y tendrá a cargo la responsabilidad de hacer realidad la promesa electoral de achicar la brecha socioeconómica entre las clases altas londinenses y el resto del país.
A los traslados de Raab y Gove le siguieron los despidos de otros tres altos cargs: Gavin Williamson, ministro de Educación; Robert Buckland, ministro de Justicia, y Robert Jenrick, ministro de Vivienda.
The Rt Hon Michael Gove @MichaelGove has been appointed Secretary of State for Housing, Communities and Local Government @MHCLG
He takes on cross-government responsibility for levelling up. He retains ministerial responsibility for the Union and elections. #Reshuffle pic.twitter.com/XI4Iw3hq27— UK Prime Minister (@10DowningStreet) September 15, 2021
El despido de Buckland fue quizás el más sorprendente. A diferencia de los demás, nunca estuvo en el ojo de la tormenta ni fue criticado por sus decisiones. Sin embargo, tuvo que hacerse a un costado para dar paso a Raab.
La caída de Williamson, en cambio, sí era fuertemente esperada, en tanto el ministro fue condenado por el cierre de las escuelas y la suspensión de los exámenes durante la pandemia.
Jenrick, el titular de Vivienda, se había debilitado ante la falta de aceptación de un proyecto millonario de viviendas, para el cual, en un procedimiento poco claro, un donante del Partido Conservador destinó 1000 millones de libras.
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En medio del huracán político, Johnson fue acusado de elegir el día miércoles para tomar estas medidas, de manera intencionada, a modo de desviar la atención de una votación prevista por el Partido Laborista opositor, en repudio a la decisión oficial de eliminar las ayudas adicionales a las familias con bajos ingresos.
Caída de la popularidad
El anuncio de Johnson llega en un momento delicado. Un reciente sondeo del instituto YouGov muestra una caída de la popularidad de los conservadores (hasta el 33%), superados por primera vez por el Partido Laborista (35%) desde principios de año.
El Ejecutivo está pagando, sobre todo, su decisión de aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social para rescatar el sistema público de salud, golpeado por la pandemia de Covid-19, y reformar el sector de la dependencia. Esto puso los niveles impositivos en su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, rompiendo la promesa electoral de Johnson de no subir impuestos.
En el plano sanitario, el gobierno británico se enfrenta a situación complicada, dado un fuerte aumento de contagios que se desencadenaron después de haberse levantado en julio la mayor parte de las restricciones y por la expansión de la variante delta; los casos nuevos de coronavirus superan los 30.000 al día.
La vuelta a los colegios y la llegada del otoño, con sus virus estacionales como la gripe, hacen temer una situación difícil en los hospitales, en un país que acumula más de 134.000 muertes. En este marco, el gobierno también anunció una campaña de vacunación de refuerzo para el invierno, en un intento de evitar nuevos confinamientos.
Agencias Reuters y AFP