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Así ha cambiado la jornada laboral con la pandemia

En marzo, muchos trabajadores tuvieron que llevarse las oficinas a sus casas. Casi de la noche a la mañana, los nuevos requisitos de seguridad sanitaria obligaban a sustituir la modalidad presencial de trabajo, por una digital y a distancia. Muchas empresas no contaban ni con los soportes ni con la logística necesaria para implementar estos cambios de forma tan repentina. Mediante la improvisación y la voluntad se fueron solventando las dificultades a medida que estas iban surgiendo.

Cada uno tiene su propia historia y opinión sobre el teletrabajo. Dejando al margen el listado de posibles beneficios o inconvenientes, con esta particular modalidad laboral aparecen nuevas constantes. Y es que todo el mundo parece estar de acuerdo en que cuando trabajamos desde casa, lo hacemos durante más tiempo. Las jornadas laborales se dilatan y están menos compartimentadas. Este hecho ha sido constatado en el estudio de la Universidad de Harvard y la NYU, el más grande realizado hasta la fecha en el que han participado 3,1 millones de empleados de más de 21.000 empresas en 16 ciudades de Estados Unidos, Europa y Oriente Medio.

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"La gente ha tenido que ajustar sus patrones de trabajo", cuenta Jeff Polzer, profesor del departamento de comportamiento organizacional de la Universidad de Harvard. Foto: Getty Creative.
"La gente ha tenido que ajustar sus patrones de trabajo", cuenta Jeff Polzer, profesor del departamento de comportamiento organizacional de la Universidad de Harvard. Foto: Getty Creative.

Aunque la distancia se ha intentado suplir con el uso de aplicaciones digitales, de forma inevitable, el dinamismo que proporciona la presecialidad se pierde. Para solventar estas carencias comunicativas, los trabajadores invierten más tiempo en sus trabajos. La investigación realizada por la Universidad de Harvard y la NYU así lo determina. Más reuniones con más personas, un uso mayor del correo electrónico y jornadas laborales más largas, son algunas de las transformaciones que se dieron durante los meses de confinamiento.

Para ver el impacto que estaba teniendo en los trabajadores la instauración del teletrabajo, durante las 8 semanas previas al confinamiento y durante las 8 semanas posteriores, se analizaron sus comportamientos. Los resultados demostraron que con la pandemia, la jornada laboral aumentó 48,5 minutos más, junto con el porcentaje de reuniones, que subió en un 13% y los correos electrónicos enviados, enviando una media de 1,4 emails más al día.

En algunas áreas metropolitanas de Estados Unidos, como Chicago o Los Ángeles, los niveles volvieron temprano a la normalidad. Pero en el caso de otras ciudades como Nueva York y en gran parte de Europa, esta situación se mantuvo hasta el mes de mayo.

En otra investigación posterior, también realizada por Harvard Business School y la NYU, y publicada en julio por la Oficina Nacional de Relaciones Económicas, se evidenció que en una parte sustancial del trabajo, como es la duración de las reuniones, había disminuido en los últimos dos meses.

El impacto que ha tenido el coronavirus en el ámbito laboral aún no está del todo claro. Teniendo en cuenta la excepcionalidad de las circunstancias es difícil aún sacar conclusiones claras con respecto a la productividad. Además, algunos de los motivos que llevaron a prolongar la jornada laboral bien se pueden atribuir a otras causas, como los cuidados infantiles, el estrés ante la crisis económica o la incertidumbre y, sobre todo, la difícil línea que separa el trabajo del hogar.

La situación aún no es estable, así que habrá que esperar para saber si la pandemia supondrá un cambio permanente en los hábitos en el trabajo, y para ello se requiere más investigación sobre el tema.

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