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Así es como Amazon sabe si sus repartidores roban tus paquetes

Cada vez que hacemos un pedido a Amazon –o a cualquier tienda online- una sombra de duda asalta nuestra mente. ¿Llegará el paquete a tiempo? O lo más importante: ¿Llegaré a disfrutar del pedido o pasará algo en el transporte que me impida disfrutar de mi compra? Los robos en Amazon no están para nada a la orden del día. Pero a veces se producen. Y para evitarlos, la empresa de Jeff Bezos ha desarrollado un curioso sistema.

Según revela Business Insider, de vez en cuando, Amazon cuela entre sus pedidos ‘normales’ otros preparados por el propio departamento de logística de la compañía. Esos paquetes tienen direcciones erróneas o falsas, y por lo general están vacíos. La política de la compañía respecto a las direcciones erróneas es clara: hay que devolver los paquetes a la central. Y aquí está la clave del sistema: si el repartidor no devuelve el paquete es que se lo ha quedado, y por lo tanto no es de fiar.

Así es como Amazon sabe si sus repartidores roban (AP Photo/Ted S. Warren)
Así es como Amazon sabe si sus repartidores roban (AP Photo/Ted S. Warren)

La persona que ha revelado esta estrategia al a web estadounidense asegura que la sede central de la compañía obliga a sus empleados a crear las trampas metiendo en las cajas objetos personales que no vayan a echar de menos. “Es un cebo pensado para poner a prueba la integridad moral de los repartidores”, asegura la fuente, que prefiere mantener el anonimato.

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Amazon no ha negado los hechos. Es más, los ha reconocido asegurando que son pruebas que se llevan a cabo para medir la calidad y la seguridad del proceso de entrega.

Los repartidores de Amazon deben escanear el códigos QR de los paquetes con un lector que manda los datos a la central antes de entregarlos, para que el sistema sepa cuándo fueron entregados. Si se topan con un paquete con una dirección equivocada, deben ponerse en contacto con la sede e informar de la situación. El paquete debe ser devuelto al final de su jornada de trabajo al almacén correspondiente.

La trampa reside en que el sistema de Amazon no detecta el paquete si la dirección es errónea, por lo que podría ser robado por el conductor sin que nadie se diera cuenta. Así que si el trabajador lo devuelve, es trigo limpio. Si no, es un ladrón que de momento solo ha sustraído un paquete falso, pero que en el futuro podría llevarse las pertenencias legítimas de un usuario.