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Alemania paga a sus ciudadanos por consumir electricidad

Alemania, uno de los bastiones en el planeta en lo que respecta a sostenibilidad energética e introducción de las energías renovables, ha sido noticia recientemente. Y los números hablan por sí mismos: 200.000 millones de dólares en inversiones en las últimas dos décadas.

Ahora bien, con el aumento de la producción de electricidad, a la que se llega tanto a través de la explotación del carbón como de las energías renovables, la conocida como ‘locomotora de Europa’ se ha estado viendo en una curiosa situación.

Turbina de generación eólica de electricidad junto al símbolo de una mina de carbón en el área alemana del Ruhr. Imagen tomada en abril de 2016. REUTERS/Ralph Orlowski
Turbina de generación eólica de electricidad junto al símbolo de una mina de carbón en el área alemana del Ruhr. Imagen tomada en abril de 2016. REUTERS/Ralph Orlowski

El cierre temporal de las industrias, así como el parón productivo y empresarial que generaron las fiestas por fin de año llegaron a provocar en las últimas semanas que el país se viera obligado a regalar su superávit de electricidad.

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Como se trata de una energía imposible de almacenar como en realidad se quisiera, el gobierno alemán ha establecido un sistema en el que se estimula el consumo de la población, y a cambio “se le paga” por ello, no es dinero contante y sonante, sino con una reducción del monto en sus posteriores facturas.

Es dos palabras, que no pocas familias han dispuesto de energía gratis, y que en estos primeros meses del nuevo año se beneficiarán de reducciones en sus facturas eléctricas.

En el caso de este final de diciembre de 2017, se unió que muchos alemanes no estaban en sus casas, y por lo tanto no se producía consumo, al tiempo que se producía un significativo aumento de las temperaturas, por lo que una buena cantidad de los consumidores no conectaron sus calefacciones.

Y para rematar, la llegada de fuertes rachas generó una superproducción de energía en los molinos eólicos instalados a lo largo y ancho del país.

Por esta razón, EPEX Spot, una bolsa donde cotizan distribuidoras de energía nacionales y europeas, presentaba precios negativos para el Megavatio-Hora.

¿El resultado? Que había demasiada generación de electricidad, y que había que hacer algo con ella. ¿Entonces? Pues decirles a los alemanes que gastaran, que pongan la ropa a lavar en los horarios en los que prevalen los precios bajos o negativos, o que se pongan a planchar la misma ropa ya lavada…, todo con el objetivo de equilibrar el mercado de energía.

De ahí que también durante varios días se haya fijado un precio en negativo para la electricidad doméstica, que repercutirá, como decíamos, en las facturas de los meses siguientes.

El precio de la electricidad consumida

Por tan solo poner un ejemplo, durante el último fin de semana de octubre los precios cayeron por debajo de cero nada menos que a lo largo de 31 horas. En este caso, quien hizo uso de la electricidad en ese periodo recibió de vuelta el equivalente en euros de unos 90 dólares, según un reporte de The New York Times.

De acuerdo con este diario, no es primera vez que esto ocurre en Alemania, nación que se suma, junto a Francia, Bélgica, Suiza, Países Bajos y Reino Unido, a la lista de los países donde hasta se ha regalado electricidad.

De todos ellos, Alemania ha sido el país en el que más veces se ha producido este fenómeno: unas cien veces en el último año. Por ello, los teutones suelen exportar sus excedentes de energía a las naciones vecinas, aunque esta vez eso no fue suficiente para volver a equilibrar los precios.

Sin embargo, no nos hagamos a la idea de que la factura de los afortunados usuarios llegó con un balance de cero euros, pues en todas aparecen ciertos cargos por concepto de impuestos, tarifas para promover la energía renovable y coste de la distribución.

“RWE, uno de los mayores operadores de instalaciones de energía de Alemania, emplea un pronosticador meteorológico para ayudar a anticipar los aumentos repentinos en la energía eólica y para igualar los picos a cuando la compañía espera una demanda máxima”, explicó a The New York Times, Stanley Reed, periodista radicado en Londres que se ha especializado en temas energéticos.

Con un plan sostenido y bien pensado de ir cerrando paulatinamente todas las termoeléctricas y las termonucleares en los próximos años, Alemania se encuentra en a la punta cabeza de los países que impulsan la instauración y empleo de las energías renovables.

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