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Agricultores estadounidenses desesperados por los últimos hechos de la guerra comercial: “Es otro clavo en el ataúd”

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China están creciendo de nuevo y los agricultores estadounidenses siguen siendo los más afectados por sus consecuencias.

En respuesta al reciente anuncio del presidente Trump sobre la imposición de aranceles del 10% a productos chinos por valor de 300 mil millones de dólares, China permitió que el yuan se debilitara y suspendió las compras de productos agrícolas estadounidenses.

“El mercado chino tiene una gran capacidad y puede importar perfectamente productos agrícolas estadounidenses de alta calidad”, dijo el lunes la agencia de noticias estatal Xinhua. “Sin embargo, esperamos que Estados Unidos implemente cabalmente el consenso alcanzado en la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, entre los jefes de los dos países y se comprometa a crear las condiciones necesarias para la cooperación en el sector agrícola entre los dos países".

Los granjeros estadounidenses estaban consternados por los acontecimientos.

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“Este es otro clavo en el ataúd”, le dijo Tyler Stafslien, productora de soja con sede en Dakota del Norte, a Yahoo Finanzas. “Es preocupante ver que todo parece empeorar en vez de mejorar. Si esto continúa, los contribuyentes estadounidenses tendrán que pagar otra ronda de financiación, o podríamos tener una pérdida de toneladas de productos que afectase a los granjeros de todo el país”.

El presidente de la American Farm Bureau Federation, Zippy Duvall, confirmó que el malestar se extendió por todo el país.

“El anuncio de China diciendo que no comprará ningún producto agrícola de los Estados Unidos es un duro golpe para miles de agricultores y ganaderos que ya tienen que luchar para poder sobrevivir”, declaró Duvall.

El agricultor Mark Klinger hablando sobre la ayuda de emergencia de 12 mil millones de dólares que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destinó a los agricultores; en su granja en Pecatonica, Illinois, Estados Unidos, el 25 de julio de 2018. Foto tomada el 25 de julio de 2018. (Foto: REUTERS/Joshua Lott)
El agricultor Mark Klinger hablando sobre la ayuda de emergencia de 12 mil millones de dólares que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destinó a los agricultores; en su granja en Pecatonica, Illinois, Estados Unidos, el 25 de julio de 2018. Foto tomada el 25 de julio de 2018. (Foto: REUTERS/Joshua Lott)

“Las políticas arancelarias han estado dañando económicamente a los agricultores”

Aunque los agricultores han recibido colectivamente miles de millones de dólares en pagos de facilitación del mercado del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), Stafslien considera que estos pagos son unas “tiritas”.

En julio la administración de Trump anunció que proporcionaría 16 mil millones de dólares adicionales en ayuda a los agricultores afectados por la guerra comercial.

“No cabe duda de que es una prueba de que la administración reconoce que sus políticas arancelarias han estado dañando económicamente a los agricultores y las zonas rurales de Estados Unidos”, dijo Stafslien.

Michelle Ziesch, una granjera de Dakota del Norte que cultiva ganado de carne, maíz, soya y otros productos, dijo que estaba “muy decepcionada” por los últimos acontecimientos.

“Esperábamos que a estas alturas las conversaciones comerciales continuarían y, con un poco de suerte, progresarían”, le dijo a Yahoo Finanzas. “Así que es un revés muy grande”.

En mayo de 2019, los precios de la soya en Estados Unidos alcanzaron su nivel más bajo en una década, cayendo por debajo de los 8 dólares por bushel por primera vez desde 2008. Pero los agricultores vendieron sus cultivos a pesar de que los precios estuvieran tan bajos para poder obtener algún beneficio.

“Tienes que vender en algún momento porque necesitamos un poco de flujo de efectivo, pero la situación empeora cuando vendes con pérdidas”, dijo Ziesch. “Si el precio de la soya baja debido a los aranceles, no puedo hacer mucho al respecto”, explicó Stafslien. “Como cualquier negocio, necesitas tener flujo de caja. Puede pasar que estés vendiendo con pérdidas solo para robarle a Peter y pagarle a Paul”.

“Habíamos desarrollado un mercado con China”

El presidente Donald Trump, a la izquierda, posando para una foto con el presidente chino Xi Jinping durante una reunión al margen de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, el sábado 29 de junio de 2019. (Foto: AP Photo/Susan Walsh)
El presidente Donald Trump, a la izquierda, posando para una foto con el presidente chino Xi Jinping durante una reunión al margen de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, el sábado 29 de junio de 2019. (Foto: AP Photo/Susan Walsh)

Durante el último año, China recurrió a países como Argentina y Brasil para encontrar una nueva fuente de soya. Ese movimiento dejó a los productores de soja estadounidenses mordiendo el polvo, por así decirlo. El S&P Global informó que espera que las exportaciones de soya argentinas y brasileñas aumenten durante el próximo año comercial, mientras que las ventas de Estados Unidos disminuirán.

Stafslien expresó su frustración por la incapacidad de los dos países para llegar a un acuerdo, particularmente con la administración Trump y los mercados perdidos.

“Como agricultores, habíamos desarrollado un mercado con China”, apuntó. “Necesitamos socios comerciales. Es una cuestión de oferta y demanda. Estoy muy frustrada con nuestra administración porque, aunque se sabe que China juega sucio, sobre todo en lo que respecta al robo de propiedad intelectual, eso no me preocupa”.

Las exportaciones agrícolas estadounidenses a China, 2000-2017. (Fuente: Estado de Minnesota)
Las exportaciones agrícolas estadounidenses a China, 2000-2017. (Fuente: Estado de Minnesota)

Stafslien agregó que su preocupación es “alimentar a mis hijos. Creo que existen otros métodos para negociar con China más allá de esta táctica de fuerza bruta que no parece estar funcionando”.

Bob Kuylen, un agricultor de trigo, expresó un sentir similar, y hace poco le dijo a Yahoo Finanzas: “Esto es lo que trajo el presidente y es realmente frustrante porque nos arrebató todos nuestros mercados”.

“Todos estos países se dirigieron a otros países para comprar el grano”, agregó. “¿Cómo vamos a recuperar las relaciones con ellos para que vuelvan a comprar nuestro grano y sean nuestros clientes?”.

Los aranceles que siguen la regla del ojo por ojo han estado vigentes entre Estados Unidos y China desde que comenzó la guerra comercial en 2018. Como resultado, Beijing esencialmente dejó de importar soya estadounidense en 2018, de manera que las importaciones cayeron un 98% de la noche a la mañana.

En abril de 2019, Bloomberg reportó que los ingresos agrícolas disminuyeron más en tres años, en gran medida debido a la guerra comercial.

Aunque Ziesch está frustrada por todos estos desafíos, sus sentimientos están más relacionados con la falta de comprensión del público en general que con el clima político.

“Tengo la sensación de que me subestiman y quizá malinterpreten el trabajo de quienes nos dedicamos a la agricultura y cosechamos los alimentos para todo el mundo, quizá piensan que somos solo un punto en el mapa porque somos solo el 2% de la población”, afirmó.

“Reacciono con miedo”

El agricultor de maíz y soya del centro de Illinois, Garry Niemeyer, inspecciona la temperatura del suelo y la germinación de las semillas de maíz que plantó anteriormente como prueba. (Foto: AP Photo/Seth Perlman)
El agricultor de maíz y soya del centro de Illinois, Garry Niemeyer, inspecciona la temperatura del suelo y la germinación de las semillas de maíz que plantó anteriormente como prueba. (Foto: AP Photo/Seth Perlman)

Para Stafslien y Ziesch, este es otro paso atrás.

“Reacciono con miedo, francamente. Temo por el futuro”, confesó Stafslien. “Seguimos escuchando que esta administración está trabajando para lograr un acuerdo comercial con China, pero luego parece que los hechos no respaldan las palabras. Para nosotros es muy decepcionante experimentar esta interrupción en los mercados... y luego ver que esto sigue escalando y básicamente estamos retrocediendo”.

Ziesch destacó lo difícil que ha sido comercializar sus productos.

“Estamos retrocediendo en cada cultivo que hemos cosechado”, dijo. “La pregunta solo es: ¿Cuán lejos retrocederemos?”.

Adriana Belmonte