Yahoo Finanzas 13 negocios que Trump parece odiar
El presidente Trump se opone firmemente a las “regulaciones que reduzcan los empleos” y quiere que el gobierno deje en paz a las empresas. El recorte en los impuestos sobre sociedades que firmó en 2017 fue uno de los movimientos más favorables para los negocios que Washington ha tomado en décadas.
Pero la camaradería de Trump con las empresas estadounidenses tiene excepciones, todo parece indicar que experimenta un resentimiento personal hacia varias compañías. Hemos identificado 13 de ellas.
Amazon. Trump azota con sistematicidad al gigante del comercio electrónico, como el pasado 29 de marzo, o el lunes 2 de abril, cuando afirmó que está dejando sin negocio a las tiendas locales, le paga menos al servicio postal de Estados Unidos por entregar sus paquetes y elude su obligación de pagar impuestos. Las acciones de Amazon (AMZN) han con mucha fuerza, ya que a los inversores les preocupa que Trump pueda afectar de alguna manera las finanzas de la compañía. Sin embargo, la crítica de Trump tiene un matiz extraño porque él mismo había dicho que es “inteligente” pagar la menor cantidad de impuestos posible. Es probable que el verdadero problema de Trump no sea Amazon sino su Director Ejecutivo Jeff Bezos, quien también es dueño del Washington Post, que publica con frecuencia historias críticas sobre el presidente.
Time-Warner. El Departamento de Justicia de Trump está lidiando con una oposición inusual respecto al plan de AT&T (T) de comprar la cadena de cine y televisión Time-Warner (TWX), alegando que viola las reglas antimonopolio. Sin embargo, muchos expertos en competencia no están de acuerdo ya que AT&T y Time-Warner no compiten entre sí y el acuerdo sería una fusión “vertical”, no una fusión empresarial en la cual una compañía podría ganar suficiente cuota de mercado como para perjudicar a los consumidores. Los republicanos generalmente evitan este tipo de injerencia gubernamental en acuerdos comerciales, pero en este caso el desencadenante real podría ser la CNN, de la cual Trump se mofa continuamente calificándola como “Noticias Falsas CNN”. Time-Warner es dueño de la CNN, y quizá Trump quiere intentar sabotear el trato, como castigo por la cobertura crítica que le hace el canal por cable.
Boeing. Trump atacó al gigante aeroespacial por los costos “descontrolados” de la próxima versión del Air Force One, mientras se atribuía el crédito por el ahorro de 1,4 mil millones de dólares gracias a la renegociación del contrato el pasado mes de febrero. Han hecho las paces. Pero ahora Boeing (BA) ha quedado en una posición vulnerable debido a la política comercial de Trump que consiste en anteponer a Estados Unidos. Trump está imponiendo nuevos aranceles sobre las importaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares y es probable que en las próximas semanas China tome represalias aplicando aranceles similares sobre las importaciones estadounidenses. Dado que Boeing le vende una gran cantidad de aviones a China, podría dejar de ser competitivo si los nuevos aranceles encarecen el precio de sus aviones y no puede superar la competencia de la europea Airbus.
Wells Fargo (WFC). Trump ha dirigido el dedo acusatorio sobre este banco por la variedad de abusos que ha cometido contra el consumidor, lo cual ha dado pie a sanciones millonarias. “¡Eliminaré las regulaciones, pero aplicaré sanciones muy severas cuando se descubran trampas!”, tuiteó Trump en diciembre.
Aseguradoras médicas. Trump no ha mencionado a estas compañías por su nombre, pero parece indignado por el hecho de que las grandes aseguradoras, como Cigna (CI), Aetna (AET), Anthem (ANTM) y UnitedHealth (UNH) hayan recibido subsidios gubernamentales gracias a la La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible. El año pasado Trump eliminó esos subsidios. “Las compañías de seguros ya no ganarán más dinero con el ObamaCare”, tuiteó Trump en octubre. “Han ganado una fortuna”. Cuando las acciones de los seguros médicos cayeron y las noticias se hicieron eco de los subsidios, Trump se sintió extasiado: “Las acciones de los seguros de salud, que se han disparado durante los años del ObamaCare, se desplomaron ayer después de ponerle fin a sus ganancias extraordinarias con los demócratas”.
Comcast (CMCSA). Es dueña de la NBC, otro objetivo sempiterno de Trump. Cuando la NBC despidió a Matt Lauer el pasado mes de noviembre, Trump tuiteó: “¿Cuándo despedirán a los altos ejecutivos de la NBC y Comcast por publicar tantas noticias falsas?”.
Merck (MRK). Cuando Ken Frazier, su Director Ejecutivo, renunció a formar parte del Consejo de Fabricantes Estadounidenses en agosto del año pasado, Trump se lo tomó como una ofensa personal. Los controvertidos comentarios de Trump sobre el mitin de los supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, tampoco ayudaron. Trump también se ha quejado esporádicamente por el alto costo de los medicamentos recetados. Por eso, el desaire de Frazier le brindó una oportunidad para ventilar su populismo: “Ahora que Ken Frazier de Merck Pharma ha renunciado a la presidencia del Consejo de Fabricantes ¡tendrá más tiempo para BAJAR LOS PRECIOS ABUSIVOS DE LOS MEDICAMENTOS!”, tuiteó el presidente.
NFL. A lo largo del año pasado, Trump ha condenado a la liga en Twitter aproximadamente dos docenas de veces, instando a los fanáticos a boicotear a cualquier equipo cuyos jugadores se negasen a honrar el himno nacional. Es probable que la incansable campaña de Trump contra la liga terminara contribuyendo a la caída de las clasificaciones el año pasado.
ESPN. Después de que la ex presentadora Jemele Hill dijera que Trump era un “supremacista blanco”, este tuiteó: “Con Jemele Hill al micrófono, no es extraño que las clasificaciones de la ESPN se hayan ‘derrumbado’. De hecho, han caído tanto que son la comidilla del sector”. Disney (DIS), un competidor de la Time-Warner, es el propietario de ESPN.
The New York Times, o en el idioma de Trump: el “fallido New York Times”. Trump tiene problemas con muchas cadenas de noticias, pero The Times (NYT) ha logrado atraer más ira presidencial que cualquier otra. Trump ha atacado el periódico al menos 40 veces en Twitter desde que asumió la presidencia, acusándolo de “escribir ficción total” y ser “ingenuo (o tonto)” así como “débil e ineficaz”. Sin embargo, se especula que el propio Trump es una de las fuentes extraoficiales más frecuentes del Times. Quizá Trump sepa más de lo que deja entrever.
Video: Trump y sus ataques a empresas (en inglés)
