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Infiltraciones de botox contra el sudor

Aunque sudar es muy molesto y puede convertirse en un problema no podemos dejar de hacerlo ya que es un mecanismo de defensa del organismo, un medio de refrigeración corporal conocido como transpiración.

En este sentido, cuando hace calor conseguimos mantener una temperatura más o menos constante gracias a nuestro metabolismo y a la termoregulación, mecanismo en el que intervienen nuestro sistema nervioso, cardiovascuñar y endocrino.

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El sudor lo producen las glándulas sudoríparas y la zona en donde tenemos más es en el dorso de las manos y las yemas de los dedos. También se encuentran en las axilas, alrededor de los pezones, en torno al ano, en el periné y en el conducto auditivo externo.

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Son las responsables del olor que cada persona emana y están muy relacionadas con la sudoración por estrés o ansiedad. Una persona puede sudar alrededor de un litro, en reposo, y un litro por hora si realizamos ejercicio. Además, los deportistas pueden perder entre tres y cuatro litros cuando están en activo.

Sin embargo, en época estival todos sudamos más y es muy fácil marcar los tejidos delicados de nuestras prendas en la zona de la axila y generar una sensación de agobio y vergüenza en quien lo sufre. En cuestión de tratamientos, la Toxina Botulínica se posiciona como ganadora absoluta. Al actuar sobre las glándulas axilares que producen el sudor inhibe los impulsos neurológicos que estimulan la sudoración y por lo tanto, reduce esa secreción.

No se trata de que dejemos de sudar por completo, ya hemos dicho que la sudoración es un mecanismo natural de termorregulación de nuestro organismo, pero sí va a conseguir reducir esa cantidad de sudoración a valores mucho más bajos de lo normal, evitando por tanto que mojemos la ropa y aparezcan esos desagradables cercos. Se calcula que el sudor se reduce en un 80 por ciento.

Su aplicación es sencilla, rápida y segura, pero siempre debe hacerse bajo supervisión médica y en centros homologados con todos los permisos sanitarios que la ley establece para el almacenaje y uso de esta tóxina como los centros de tratamiento estético-médicos de Felicidad Carrera.

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Es un tratamiento que no requiere anestesia donde las agujas que se utilizan son muy finas y prácticamente no duelen. El paciente debe saber en todo momento el producto que se le va a administrar, la dosis aplicada y firmar el consentimiento informado pertinente, ratificando que se le ha dado toda la información al respecto.

El especialista dibujará sobre la zona axilar unas cuadrículas marcando la zona pilosa axilar y sobre cada una de ellas irá aplicando pequeñas dosis de Toxina Botulínica mediante inyección subcutánea.

La molestia es prácticamente imperceptible, no mucho más que tirar de un pelo axilar con una pinza. La dosis que se aplica está en torno a las 75-100 unidades de toxina en ambas axilas y el tratamiento puede durar unos 10-15 minutos. No requiere ningún cuidado posterior más que los cuidados higiénicos habituales.

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La reducción progresiva de la sudoración empieza a notarse al cabo de dos o tres días de manera progresiva, y puede durar entre cuatro meses y un año, dependiendo de las características de cada persona. Por otro lado, existe un pequeño riesgo de que aparezcan leves síntomas del tipo de la gripe; que pierdas fuerza en la zona tratada o que surjan pequeños hematomas en el área.

Sin embargo, éstos desaparecen en dos o tres días máximo. Tras cada intervención es aconsejable no cargar con peso, para evitar el movimiento de la toxina a lugares no deseados. Tampoco es conveniente realizar movimientos bruscos o masajear los puntos afectados. ¿Utilizarías esta técnica para acabar con el sudor?