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Envía a un cliente una transferencia de 222 millones de euros tras quedarse dormido sobre el teclado

Dormir poco no es bueno; no lo es ni para tu salud ni para tu rendimiento en el trabajo, donde el sueño, además de afectar a tu productividad, puede acabar jugándote una mala pasada. Que se lo pregunten si no al empleado de un banco alemán que tenía que hacer una transferencia de 54 euros a un jubilado y acabó enviándole 222 millones de euros por un insólito error: se quedó completamente frito frente al ordenador con el dedo en el número 2. ¿El resultado? 222.222.222,22222222...

La incidencia ocurrió ya hace tiempo pero provocó una considerable resaca: la supervisora del trabajador protagonista no se percató del incidente y fue despedida por aprobar la operación, a pesar de que posteriormente otro compañero identificó y subsanó el error, para tranquilidad de todos.

[Relacionado: Un error estúpido que llevó a un empresario a la bancarrota]

El afectado denunció entonces a la empresa a través del Tribunal de Trabajo alemán de Hessen, quien a la postre ha obligado a la entidad a reamitir a la supervisora, según publica la BBC, por interpretar que no hubo mala fé en sus tareas. De hecho, la defensa pudo demostrar que durante la jornada hizo más de 800 comprobaciones, pero la falta de tiempo propició su despiste. Así que, según el juez, con una reprimienda hubiera sido suficiente.