Las confesiones de Nick Leeson, el hombre que provocó la quiebra de un banco
Ocurrió en 1995. El banco Barings, uno de los más antiguos del mundo con más de dos siglos de historia y el preferido de la reina de Inglaterra, quebraba por no poder hacer frente a una deuda de más de 1.000 millones de euros.
Y fue una única persona la que provocó el descalabro, Nick Leeson, el trader estrella de la entidad en Asia. Controlaba el 40% de las operaciones financieras que tenían lugar en ese continente. Ahora, casi 20 años después del suceso, ha hablado en una entrevista en el diario The Telegraph con una confesión sorprendente: "El dinero no es importante para mí".
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"Durante mi estancia en prisión, tuve cáncer y mi primera mujer también me dejó. Tuve mucho tiempo para pensar en quién era y cómo había llegado a esa situación. El dinero nunca ha sido mi motivación. Es mi familia la que me hace feliz, mi posesión más preciada", relata.
Resulta difícil comprender cómo Leeson llegó a tener tanto poder en el banco y cómo pudo llegar a la situación límite en la que se encontró el Barings. Lo cierto es que vivió en la empresa unos años muy productivos, hasta que un terremoto en la localidad japonesa de Kobe en 1995 supuso un punto de inflexión en su carrera. El seísmo destruyó gran parte de las infraestructuras de la ciudad y Leeson vio una enorme oportunidad de inversión. Sin embargo, el gobierno de Japón decidió que la reconstrucción se haría con bonos del estado, dejando al Barings con una deuda de más de 1.000 millones de euros. El trader había arriesgado demasiado.
Con el tiempo empezaron a aparecer pérdidas, pero en lugar de reportarlas a la sede central, creó una cuenta falsa para colocar allí todo el agujero económico. Fue el principio del fin. Varios años después, Leeson se arrepiente de las decisiones que tomó. "No tengo excusas, lo que hice estuvo mal y tengo remordimientos. Pero yo no soy un ladrón y solo intenté arreglar las cosas. Me dieron demasiada libertad para trabajar con demasiado dinero", rememora.
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Cuando los responsables de la entidad fueron conscientes de la situación ya era tarde. Las pérdidas del banco eran el doble del capital de comercio disponible. El Banco de Inglaterra intentó el rescate, pero fue infructuoso, el Barings fue declarado insolvente y desapareció, mientras que Leeson huyó de Singapur, pero fue detenido y encerrado en prisión durante cuatro años. No obstante, su condena no terminó ahí, puesto que los acreedores de la entidad embargaron su sueldo hasta 2005 de manera que no podía cobrar más de 4.000 euros al mes.
Sobre la caída del Barings, Leeson piensa que "tenía que haber propiciado una llamada de atención al resto de los bancos, pero que obviamente ha fracasado, aunque la regulación se ha endurecido". Ahora, el trader que acabó con el histórico banco, se gana la vida dando conferencias y asesorando a inversores sobre el riesgo de determinados productos. Gana unos 100.000 euros al año y reconoce que sigue invirtiendo, pero con su propio dinero, no con el de los demás.
Ahora, advierte: "Las lecciones del colapso del Barings no han sido aprendidas y la historia se ha repetido últimamente. No es sólo sobre la banca, hay un aspecto de interés humano que golpea a la gente. Doy un montón de conferencias que me permiten viajar por el mundo. Me gusta pensar que mi historia es tan relevante hoy en día como lo fue en su momento", concluye.