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¿Por qué Microsoft ha saltado de Windows 8 a Windows 10?

Cuando la semana pasada Microsoft anunció por sorpresa la llegada de Windows 10, a nadie le salían las cuentas. Los de Redmond habían saltado por sorpresa del Windows 8, la última versión de su sistema operativo, a Windows 10. Es decir, se habían ‘comido’ al 9. Y no, no es que la empresa fundada por Bill Gates haya reinventado las matemáticas básicas, sino que existen poderosas razones que justifican el salto. O al menos, las hay para ellos.

Existen varias teorías que explican este cambio. La primera de ellas la reduce a una simple pero, muy efectiva estrategia de marketing. Al pasar de la versión 9, Microsoft ha conseguido que se hable de ella solamente por ese motivo.


Pero reducir todo a esa explicación sería pecar de simplistas. También hay una carga importante de ruptura con el pasado más reciente. Windows 8 fue un sistema operativo que causó un impacto no muy positivo en la imagen de la compañía. Sus cambios de diseño, sus aplicaciones, la desaparición del botón de Inicio fueron novedades que los usuarios de PC no llevaron muy bien. Así que parece lógico que la saltar al 10 sea la manera más directa de decir al mundo que la renovación es tan profunda que es como si Microsoft estuviera subiendo una escalera saltando de dos en dos.

Otra explicación sería que Satya Nadella, el CEO de la compañía desde el pasado mes de febrero, ha cambiado de estrategia y quiere regalar su sistema operativo a todos los usuarios de Windows 8, en vez de cobrarles la actualización, como viene siendo habitual respecto a este producto. La elección del número 10 para este cambio sería una especie de ‘copia’ a lo que Apple lleva haciendo con sus sistema operativo Mac OS desde 2002: mantener la versión X como la principal e ir actualizándola año a año con pequeñas mejoras y sin grandes revoluciones.

[Relacionado: Microsoft anuncia su nuevo sistema operativo Windows 10]

¿La verdadera razón está en el código?
Pero puede que la causa no tenga nada que ver con la política de productos y ventas, sino con motivos puramente informáticos. Un usuario de Reddit, que asegura trabajar como programador de software para Windows, afirma que la denominación Windows 9 habría generado gran inestabilidad en muchos programas, que confundirían en su código de programación la nomenclatura ‘Windows 9’ con ‘Windows 95’ y ‘Windows 98’. Supuestas pruebas realizadas en Redmond así lo confirmarían, así que aparece mejor llamar Windows 10 al sistema operativo para que no hubiera problemas de compatibilidad.

Multitud de plugins o de versiones antiguas de programas como QuickTime utilizan códigos reciclados que los han ido haciendo compatibles con las nuevas versiones de Windows, pero olivar a las empresas a reprogramar sus productos por Windows 9 hubiera supuesto un esfuerzo demasiado grande.

Cuando Terry Myerson, vicepresidente de Microsoft para sistemas opertivos, presentó Windows 10 la semana pasada, aseguró que el nombre que querían haber utilizado para su nuevo producto era Windows One, pero que como podría ser confundido con la consola Xbox One, habían optado por el número 10. Ni una palabra de por qué se habían saltado el número 9, así que el misterio continúa.