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Tu nevera pedirá la cena

Internet tiene un hermano que el gran público no conoce, pero que en unos años aspira a transformar por completo el día a día de las personas. Hablamos del ‘Internet de las cosas’ (IoT, Internet of Things, en inglés), una gigantesca red que sirve para que los objetos puedan comunicarse entre sí.

¿Te imaginas llegar a casa del trabajo y encontrarte con que la nevera ha realizado un pedido al supermercado? ¿O que directamente ha pedido una pizza, porque no queda nada digno en su interior? ¿O que el microondas te diga lo que tienes que cenar para poder adelgazar? ¿Qué te parecería que tu cepillo de dientes te concertara una cita con el dentista?

Todas estas extrañísimas escenas podrían ser realidad en no mucho gracias a una red que serviría para que todo tipo de objetos se comunicasen. Si el Internet actual conecta ordenadores, tabletas, móviles y demás gadgets entre sí y con servidores, el IoT enlazaría a todo tipo de objetos.

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Así, un yogur ‘hablaría’ con el refrigerador para avisarle de que su fecha de caducidad se aproxima. Con esta información, el electrodoméstico podría sugerirnos que lo cenáramos para no desperdiciarlo.

Otra de las ventajas del IoT sería que virtualmente, las cosas dejarían de perderse. O por lo menos, aquellas que tuvieran un emisor adherido. Este ‘identificador’ no tiene por qué ser de gran tamaño. Bastaría con un chip ultra plano que contuviera datos del objeto al que está adherido y fuera capaz de recibir y enviar una señal. Lo liviano de su tamaño hace que pueda estar presente en llaves, en la etiqueta de la ropa o en el lateral de una botella.

Pero toda esta red no es cosa del futuro ni mucho menos. El concepto IoT nació en 1999 y según la empresa Cisco, en la actualidad hay más de 10.000 millones de dispositivos conectados entre sí. Es decir, hay más aparatos en esa red que seres humanos en la tierra. Según la misma empresa, para 2020 habrá unos 50.000 millones de objetos conectados.

Seguridad

La existencia del IoT y de su enorme popularización también supone un enorme desafío de seguridad. Si un objeto está conectado, es virtualmente accesible por un hacker. Evidentemente, desconocemos qué interés puede tener que alguien ataque nuestra nevera o nuestro aire acondicionado, pero es una posibilidad que existe.

Songdo, la ciudad conectada

Muy cerca del Aeropuerto Internacional de Incheon, en Corea del Sur, se está construyendo Songdo, un conjunto de negocios que aspira a convertirse en el corazón económico de Asia. Las autoridades coreanas quieren que este distrito sea el lugar más futurista del planeta, y una de las características que tendrá es que todos los sistemas del distrito estarán conectados entre sí.

Por ejemplo, si uno de sus habitantes tiene cita con el médico y llega tarde por culpa de un atasco, su teléfono habrá establecido comunicación con el ordenador del centro de salud para avisar del retraso. El ordenador puede colocar al paciente a otra hora, o directamente cancelar la cita. Todo sin que un ser humano haya tenido que hacer nada.