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Las pantallas están ‘matando’ nuestro cerebro

Amantes del papel, estáis de enhorabuena: un estudio realizado por un grupo de investigación noruego os va a dar el argumento definitivo para ganar todas vuestras discusiones con los fans de las nuevas tecnologías.

Porque las personas que leen en tabletas y libros electrónicos recuerdan mucho peor puntos clave en los argumentos de los libros que leen, mientras que los que siguen disfrutando del negro sobre blanco de toda la vida son capaces de explicar mucho mejor de qué trata la historia que han leído.



Simplificando mucho: las pantallas están matando nuestro cerebro. O al menos lo están atontando.

El estudio, presentado en una conferencia en Italia el pasado mes de julio, muestra los resultados de una investigación a 50 sujetos a los que se les hizo leer un relato corto de la autora Elizabeth George. La mitad lo hizo con un libro y la otra mitad, con un Kindle. A continuación, se les hizo un examen en el que se les preguntó por diferentes aspectos de la trama, desde detalles concretos hasta aspectos generales.

Los resultados fueron muy claros. Los que tuvieron en sus manos un libro acertaron más y respondieron mejor que los que estuvieron ante una pantalla. Anne Mangen, investigadora de la universidad noruega de Stavanger  y responsable de este estudio, partía de una hipótesis que había descubierto en un trabajo previo realizado con un iPad: ”En ese estudio descubrimos que los lectores de papel puntuaron más alto en los aspectos que tienen que ver con la empatía y la inmersión, y la coherencia narrativa, que los lectores del iPad”, confesó en la rueda de prensa en la que presentó su experimento, unas palabras que recoge The Guardian.

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En esto fallan los que leyeron con un Kindle
Muchos de los que leyeron en el Kindle no fueron capaces de ordenar correctamente 14 eventos que sucedían en la historia, una prueba que trataba de medir su capacidad para reconstruir la trama.

¿Qué puede haber detrás? Los autores del estudio aseguran que el aparato de Amazon no genera la misma conexión emocional que un libro. Esta unión especial que sí genera el papel nos puede ayudar a recordar mejor lo que leemos. La memoria está muy relacionada con lo emocional: rememoramos mucho mejor todo aquello que nos ha despertado un sentimiento.

Mangen destaca que cuando tenemos un libro en las manos, podemos sentir con nuestros dedos las hojas, el peso, el olor… También notamos cómo vamos avanzando, como queda a nuestra izquierda lo ya leído y lo que nos falta está a la derecha.  Según explica, todas estas pistas sensoriales permiten crear una especie de lazo con lo que leemos y eso nos permite recordar mejor la historia.

Críticas al estudio
Este trabajo tiene un gran pero: solo dos de los 25 lectores de Kindle tenían una gran experiencia con el aparato. Es decir, el resto estaba más acostumbrado a leer en papel y quizás este hecho influyó de forma decisiva en los resultados. Puede que dentro de no muchos años, cuando la generación de niños que han crecido pegados a tabletas y libros electrónicos, alguien realice este estudio y los resultados sean justamente los contrarios.