Jelly, la nueva red social de los fundadores de Twitter
La aplicación de moda estos días es Jelly, el último proyecto de Biz Stone y Ben Finkel, dos destacados empleados de la época de inicio de Twitter.
Se trata de una red social de preguntas y respuestas que permite enviar dudas a nuestros seguidores de Twitter, a los amigos de Facebook y a las personas que estén en nuestros círculos de Google +. Ellos serán los que respondan a nuestras preguntas, así que Jelly es una especie de buscador orgánico, ‘vivo’.
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No solo podemos enviar texto, también podremos mandar imágenes. Por ejemplo, si nos encontramos un perro por la calle y queremos saber su raza, podremos hacerle una foto con la misma app y enviarla a nuestros contactos preguntando qué clase de chucho es. Ellos serán los que nos contesten, si saben la respuesta, o los que pasen de nuestra pregunta.
Lo que nos digan puede ser compartido en varias redes sociales -si así lo queremos- para que nuestros amigos y seguidores vean la interacción.
Fotos con texto, a lo Snapchat
Las fotos que enviemos podrán ir acompañadas de texto. Por ejemplo, podremos fotografiar un cartel escrito en chino mandarín y preguntar por su significado en castellano.
Pero Jelly no solo sirve para obtener respuestas rápidas a preguntas cerradas. También podremos iniciar un debate si mandamos una foto de la portada de un disco a nuestros seguidores y preguntamos si les ha gustado.
El diseño de la app es simple y atractivo. Se puede empezar a usar en cuestión de segundos, y el único problema que podemos encontrar es que hay que vincular nuestras cuentas de Facebook, Twitter o Google + a ella para buscar otros usuarios. Si ninguno de nuestros contactos tienen instalado Jelly nos sentiremos más solos que la una y la experiencia será totalmente inútil: no tendremos a nadie a quién preguntar.
La app está disponible para iOS y para Android, y es gratuita.
La clave para su éxito
La idea es que Jelly ofrezca respuestas más humanas que las que pueden dar los buscadores tradicionales o los asistentes virtuales como Siri. Si Jelly triunfa masivamente, podríamos tener en nuestro bolsillo casi todo el conocimiento humano. Pero si son pocos los que se animan a instalarla en su móvil, será otra red social fracasada.