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Impresoras 3D para crear partes del cuerpo

En los próximos años, la medicina va a vivir una revolución de la mano de las impresoras 3D. Estos aparatos que en la actualidad están al servicio del diseño industrial, servirán para crear órganos y prótesis que encajen de forma perfecta en el cuerpo humano.

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La disciplina que estudia las posibilidades de esta tecnología se denomina "bioimpresión". Por ejemplo, si perdemos una oreja tras un accidente, estas máquinas "imprimirán" una replica que más tarde será unida con una operación quirúrgica a nuestra cabeza.

Un nuevo material
Si las impresoras tradicionales funcionan con cartuchos de tinta, las impresoras 3D utilizan materiales como un polvo especial, pintura y plástico. Con esa materia prima, estos periféricos son capaces de crear piezas de la nada, como se puede ver en este vídeo explicativo de la ZPrinter 450 de la empresa CADdy. La bioimpresión, por el contrario, está investigando otros elementos como silicona para crear prótesis de auriculares con esta tecnología.

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Pero la verdadero fin es el de poder utilizar células de los pacientes para hacer tejido biológico como piel, huesos y cartílago, y de esta forma, crear partes del cuerpo u órganos de la nada. Las investigaciones del doctor Vladimir Mironov, de la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos), van dirigidas hacia la creación de carne de animal para consumir mediante el proceso de impresión.

El fin de daños irreparables
Si sus estudios llegan a buen puerto, la creación de tejidos humanos será su siguiente paso. Por ejemplo, si una persona tiene grave quemaduras, con estas máquinas se podrá "imprimir" fragmentos de piel que sustituirán a las partes dañadas de la dermis. O se podrá crear órganos como riñones o hígados de la nada, y ser utilizados para trasplantes. Hod Lipson, ingeniero de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) y especialista en biotecnología, opina que estos avances podrían llegar en los próximos 20 años.

Las impresoras 3D también podrían utilizarse para poder realizar recetas de cocina, como si de una Thermomix futurista se tratara. Simplemente, habría que introducir los ingredientes e imprimir la creación, en este caso, un plato de comida.