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HTC Desire EYE: el primer móvil diseñado para la generación selfie

Primero fue el smartphone, luego el phabletphone y ahora le toca el turno al selfiephone. HTC ha presentado Desire EYE, el que se supone es el primer teléfono especialmente diseñado para que los más narcisistas den rienda suelta a su pasión: fotografiarse el jeto.

El último modelo de la compañía taiwanesa aspira a ser el rey de los selfies por su cámara frontal. Sus 13 megapíxeles, su autofocus y su flash dual -que incorpora dos diodos LED, al contrario que los flash normales, que solo tienen uno- y su capacidad para grabar vídeo en 1080p hacen que sea la más potente del mercado.


Además de la cámara, el teléfono incluye un software especial pensado para mejorar las autofotos y crear nuevas experiencias. Además del clásico reconocimiento de caras, que permite enfocar sobre ellas, también podremos capturar a la vez con la frontal y la trasera, hacer fotos con los filtros de mejora ya activos,o fusionar dos caras con las dos cámaras. También incluye una función fotomatón y otra que recorta nuestra figura sobre el fondo.

Pero quizás lo más llamativo es la opción que permite configurar cualquier frase para que la cámara dispare. Por ejemplo, podremos decir ‘foto’ y el móvil automáticamente tomará la imagen. O ‘grabando’ y estaremos grabando un vídeo.

La locura por los selfies no tiene fin
El HTC Desire EYE es el mejor ejemplo de que la locura por los selfies está lejos de acabarse. Aplicaciones como Snapchat, que envía imágenes que se autoborran transcurridos unos segundos en el móvil del destinatario, o FrontBack, que permite hacer composiciones con una imagen tomada con la cámara trasera y otra hecha con la frontal, no paran de ganar usuarios.

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Hasta Apple se ha subido al carro, mejorando ostensiblemente la cámara frontal del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus. Pero a pesar de la mejora, no llegan al nivel de la frontal de HTC Desire EYE, que es igual de poderosa que la trasera.

Además de las cámaras, el Desire EYE posee una pantalla de 5,2 pulgadas, un procesador Qualcomm Sanapdragon 801 a 2,4 GHz y 2 Gb de RAM, características que le sitúan en el nivel premium dentro del mundo de los smartphones.

Algunas sombras
Pero no es oro lo que reluce. A pesar de su filosofía puramente ‘selfie’ algunos críticos han señalado que la cámara frontal del teléfono funciona bien pero solo con buena iluminación ambiente. En lugares un poco oscuros, la calidad de la imagen desciende de manera evidente. The Verge asegura que las fotos “se llenan de fallos, grano y ruido. Aunque la cámara frontal del iPhone 6 tiene en teoría peores características, hace mejores fotos que la del Desire EYE cuando la luz no es suficiente”. Así que la generación selfie necesita una buena luz para sacarle partido.

Además, su precio está lejos del poder adquisitivo de los jóvenes, que son los que más autofotos disparan: el Desire EYE cuesta 549 euros libre, mucho dinero para los acérrimos de los morritos de pato y Snapchat.