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GTA V, el videojuego de los 200 millones de dólares

¿Qué tiene de diferente un videojuego con un presupuesto de 200 millones de dólares? GTA V responde a esta peliaguda pregunta muy pronto, en su prólogo: 15 frenéticos minutos en los que asistimos-participamos en el atraco de un banco en un pueblo perdido, mientras cae una nevada infernal. Hay que reventar una caja fuerte, defenderse de varias oleadas de policías, huir en un coche por una carretera nevada, esquivar un tren y finalmente, caer en una encerrona de la que se escapa milagrosamente.

La escena parece escrita por Tarantino, dirigida por Michael Mann e interpretada por Steve Buscemi y Robert De Niro. No parece un videojuego, pero es un videojuego; es GTA V, la última entrega de la saga de Rockstar que ha vendido 125 millones de ejemplares en todo el mundo.

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Después del chute de adrenalina, el juego salta a la soleada ciudad de Los Santos (una recreación de Los Ángeles), el mismo escenario en el que se desarrollaba GTA San Andreas, el mega éxito de Rockstar para Play Station 2.

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Tres protagonistas
Allí iremos conociendo las aventuras de los tres protagonistas del juego: Michael, un atracador de bancos retirado que lleva una vida de burgués desocupado; su antiguo colega Trevor, un sociópata con el que vuelve a hacer turbios negocios después de años de distanciamiento; y por último Franklin, un joven afroamericano que sobrevive en medio de unos suburbios controlados por bandas.

Jugaremos con cada uno de ellos en las diferentes misiones, y en algunas tendremos que hacerlo con los tres a la vez, saltando de uno y en uno y aprovechando las habilidades de cada uno de ellos: Trevor es un loco violento cuyos golpes causan más daño; Michel dispara muy bien –con él tendremos el modo ‘tiempo bala’, el mismo de Max Payne y Red Dead Redemption-; y Franklin es especialmente hábil al volante.

Fuera de las misiones, podremos cambiar de un personaje a otro. Cuando lo hagamos, encontraremos a los personajes viviendo su propia vida: Michael casi siempre estará discutiendo con su familia disfuncional, Trevor estará pegando tiros, y Franklin estará en algún chanchullo.

Libertad, 'libertad con ira libertad'
La mecánica de GTA V es idéntica a la de sus predecesores. Hay que superar las misiones –casi siempre delictivas- que nos van encargando los personajes secundarios para poder avanzar en la trama principal.

Pero como en todos los ‘Grand Theft Auto’, lo bueno está fuera del guión. En GTA V podremos jugar al golf, tirarnos en paracaídas, nadar en busca de secretos en el fondo marino, cazar animales en las montañas, ir al cine, ir al psiquiatra, ver la tele, beber, pilotar un avión... La sensación de libertad, que podemos hacer lo que nos venga en gana siempre que queramos, es absoluta.

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También podremos embarcarnos en misiones secundarias: robar objetos a celebrities, conducir una grúa en busca de coches mal aparcados, hacer de agente federal y atrapar inmigrantes ilegales, comprar casas, trabajar de caza recompensas o de taxista, entre otras muchas opciones.

En GTA V también están presentes los denominados ‘sucesos aleatorios’: situaciones imprevistas que nos encontramos de golpe y en las que decidiremos si intervenimos o no, como en un accidente de tráfico en el que nos piden ayuda para liberar a las víctimas o autoestopistas que encontremos por la carretera que no pedirán que les llevemos a algún punto.

Sus creadores aseguran que la duración de GTA V está en torno a las 100 horas, pero seguro que para la mayoría de los usuarios ese tiempo se alarga, ya que las posibilidades son casi infinitas.

Una enorme sátira
La visión ultra ácida que tiene Rockstar de la sociedad está más presente que nunca en GTA V. Como cuando descubrimos que los ciudadanos de Los Santos pierden la cabeza con una red social llamada Lifeinvader –una parodia de Facebook- cuyo presidente es idolatrado por sus trabajadores como si fuera el mesías. O cuando nos cruzamos con policías xenófobos, productores de cine sin escrúpulos o agentes secretos corruptos.

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Los Santos es un gigantesco parque de atracciones para los jugadores plagado de la peor gentuza que se mueve por los más bajos instintos, un espejo convexo en el que se refleja lo peor de la sociedad moderna. Como bien indica una frase promocional de la web oficial del juego “Los Santos es el lugar en el que acaba la civilización occidental”.

Pero tranquilos: la gran misión de GTA V no es dejar a sus jugadores meditabundos después de media hora de pegar tiros a todo lo que se mueve. Toda la calaña está ahí para hacernos pasar un buen rato.

Conclusión: obra maestra
GTA V es la obra cumbre de Rockstar. Aúna todo lo bueno de los sobresalientes títulos que esta mítica empresa desarrolladora ha creado para esta generación de consolas: el humor de Bully, la intensidad de los diálogos de L.A. Noire, la experiencia inmersiva de GTA IV, la acción desmesurada de Max Payne 3, la belleza de Red Dead Redemption… Hasta hay hueco para el tenis de Table Tennis, ya que podemos dejar a un lado el crimen y la violencia y echar un partido de 5 sets en cualquiera de las canchas que están repartidas por la ciudad.

Rockstar no ha malgastado ni un dólar de esos 200 millones que ha costado crearlo: es una obra maestra.

GTA V está disponible para Xbox 360 y PlayStation 3.