Anuncio
Mercados españoles cerrados
  • IBEX 35

    11.074,60
    -36,70 (-0,33%)
     
  • Euro Stoxx 50

    5.083,42
    +1,68 (+0,03%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0781
    -0,0013 (-0,12%)
     
  • Petróleo Brent

    87,45
    -0,03 (-0,03%)
     
  • Oro

    2.254,80
    +16,40 (+0,73%)
     
  • Bitcoin EUR

    65.357,89
    +36,70 (+0,06%)
     
  • CMC Crypto 200

    885,54
    0,00 (0,00%)
     
  • DAX

    18.492,49
    +15,40 (+0,08%)
     
  • FTSE 100

    7.952,62
    +20,64 (+0,26%)
     
  • S&P 500

    5.254,35
    +5,86 (+0,11%)
     
  • Dow Jones

    39.807,37
    +47,29 (+0,12%)
     
  • Nasdaq

    16.379,46
    -20,06 (-0,12%)
     
  • Petróleo WTI

    83,11
    -0,06 (-0,07%)
     
  • EUR/GBP

    0,8540
    -0,0007 (-0,08%)
     
  • Plata

    25,10
    +0,18 (+0,74%)
     
  • NIKKEI 225

    40.369,44
    +201,37 (+0,50%)
     

El libro que enseña a los más pequeños a familiarizarse con la programación

Cuando Amie Pascal y su mujer, Heather O. Petrocell fueron invitados a la fiesta de celebración del embarazo organizada por un matrimonio de informáticos, pensaron que el regalo ideal para los futuros papás era un libro de programación para niños. Pero tras buscar por Internet, no encontraron ninguno. Así que decidieron hacerlo ellos mismos en PDF.  El presente tuvo tantísimo éxito, que sus amigos les animaron a que lo ampliaran y lo publicaran.

Así nació ‘The Wonderful World of Creatures & Code’ (El maravilloso mundo de las criaturas y el código), el primer volumen infantil dedicado a la programación informática. El libro, que a priori no se diferencia de otros en los que se enseñan los números o el abecedario, muestra los códigos más básicos de HTML para que puedan ser aprendidos.

The Wonderful World of Creatures & Code
The Wonderful World of Creatures & Code



Los personajes van mostrando a lo largo de las paginas las diferentes etiquetas del código HTML. Por ejemplo, se puede ver como unos científicos montan las diferentes piezas de un robot, una imagen que sirve a los autores para explicar con sencillez cómo se organiza una página web. En otra página se aprecia a un niño y un monstruo pintando una pared en la que se puede leer la función de la etiqueta ‘br’: crear espacio visual.

Amie Pascal explica en la página web Mashable la filosofía del libro: “A los niños les gusta de verdad las criaturas y los monstruos y los mundos imaginarios, y muchas veces la gente considera que la programación es como la magia. Así que pensamos que creando un mundo fantástico y junto a los niños con las criaturas puede ser una buena forma de enseñar a los niños a familiarizarse con el código”.

Además, ‘The Wonderful World of Creatures & Code’ contiene chistes y guiños para los padres de los niños. Y por supuesto, son de lo más frikis: “son como esas bromas de las películas de Pixar que solo entienden los adultos. Con ellas queremos que los programadores e ingenieros que los lean junto a sus hijos aprecien la experiencia”.

The Wonderful World of Creatures & Code
The Wonderful World of Creatures & Code

De momento, el proyecto se encuentra en fase de financiación en la página Kickstarter, y ya ha conseguido su objetivo, que estaba fijado en 25.000 dólares. Las primeras unidades serán enviadas a partir de abril de 2016. 

Este libro no es la única iniciativa que se ha puesto en marcha en Estados Unidos para popularizar la programación entre los más pequeños. El alcalde de Nueva York ha presentado recientemente el proyecto ‘Computer Science for All’, con el que se va a enseñar los fundamentos de la programación en las escuelas infantiles de la ciudad. Incluso Obama ha defendido la ideonidad de este tipo de proyectos. Lo hizo en 2013 en un discurso que dio lugar al proyecto ‘Hour of Code,   que introduce la informática a los más pequeños a través de una lección interactiva que se puede seguir a través de Internet.

¿Pero el lenguaje de programación debe ser considerado como el nuevo inglés, la asignatura que todo niño debe tener? ¿Todos los menores deben intentar aprender un código que puede quedar obsoleto en el futuro? ¿O perder el tiempo en una tarea que muy probablemente en unos años estará en manos de inteligencias artificiales? El tiempo responderá a estas preguntas.