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El botón mágico de Amazon: lo pulsas y te envían a casa lo que más necesites

Quedarse sin un producto básico, de esos que usamos a diario, es una situación de lo más frustrante. Nos damos cuenta que falta justo cuando más lo necesitamos. Seguro que muchos han fantaseado con que un mago apareciera en ese momento y nos sirviera en bandeja de plata el detergente, el café o el papel higiénico que tanto deseamos tener.

Parece que alguien en Amazon piensa igual y por eso la empresa ha desarrollado un sistema de petición inmediata que hace realidad esta fantasía. Bueno, más o menos. Amazon Dash es un botón físico que al ser pulsado, compra el producto que necesitemos.



El aparato siempre está conectado a Internet, mediante wifi, y solo puede iniciar la compra de un producto en concreto. Por ejemplo, si solemos agotar el lavavajillas, el botón estará vinculado a una marca y eso será lo que recibamos en casa.

Para evitar compras innecesarias, al usar el Dash no estaremos haciéndonos con el producto, sino que antes de confirmar el pedido recibiremos en nuestro móvil un aviso para que confirmemos el proceso. Una vez hecho esto, recibiremos en casa lo que hayamos solicitado.

En su primera fase, presentada de manera poco apropiada justo antes del April Fools’ Day, el día e los inocentes para los americanos, se pueden pedir cuchillas de afeitar, pañales, papel higiénico, detergente, bebidas energéticas, cosméticos, café, agua mineral, comida para animales domésticos o macarrones con queso.

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Las compañías que se han subido al carro son Bounty, Tide, Gillette, Olay, Glad, Clorox, Cottonelle, Huggies, Gerber Formula, Lärabar, Kraft Mac & Cheese, café Maxwell House, Gatorade, Izze, Smartwater, L’Oréal Paris, y WellPet. De momento, Amazon Dash está disponible en Estados Unidos y no hay planes a la vista para Europa.

Las propias máquinas harán pedidos
En la presentación de este sistema se anunció que en una segunda fase serán las propias máquinas las que pidan repuestos. Este servicio se denomina Dash Replenishment Service (DRS) y por ejemplo hará que las cafeteras que estén conectadas a Internet puedan pedir cápsulas cuando se vayan agotando, que las lavadoras podrán pedir detergente o que las impresoras también podrán solicitar de manera automática nuevos cartuchos de tinta. Como pasa con los primeros Dash, primero recibiremos un aviso en el móvil para confirmar la compra, no sea que los cacharros se vuelvan locos y pidan más de lo necesario.

¿Problema de competencia?
Este servicio hará las delicias de los consumidores más fieles a una marca, pero también será un suplicio para todas aquellas empresas que no desarrollen su propio botón, ya que será casi imposible competir con otras empresas que tienen literalmente un dispensador dentro de las casas de los compradores.

Este problema se agrava con el Dash Replenishment Service, ya que son las propias máquinas las que solicitan repuestos. Los fabricantes de impresoras o de cafeteras se deben estar frotando las manos al imaginar un escenario en el que son sus propios aparatos los que generan compras.