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Dos hackers demuestran que pueden tomar el control de un coche que se encuentre a kilómetros de distancia

Imagina que vas conduciendo por una autopista de noche. De repente, sin que toques nada, la radio cambia de emisora. El coche empieza a acelerar sin que hayas pisado el acelerador. Intentas frenar, pero eres incapaz de parar el coche. Te vas acercando peligrosamente a una curva, pero aunque empiezas a girar el volante, la dirección no cambia.

Parece una escena sacada de un libro de Stephen King, pero es la inquietante realidad que han sacado a la luz dos hackers norteamericanos: los coches modernos pueden ser controlados a distancia.

Los dos hackers (Wired)
Los dos hackers (Wired)



Charlie Miller y Chris Valasek, expertos en seguridad informática, llevan dos años investigando cómo hackear un coche. Y al parecer han descubierto la forma de hacerlo. Así lo ha podido comprobar el periodista de Wired Andy Greenberg, cuyo todoterreno fue controlado de forma remota por los dos hackers que se encontraban a kilómetros de distancia. 

En el experimento realizado, Miller y Valasek consiguieron manipular la radio del coche de Greenberg, un Jeep, hicieron que frenara, que acelerara y que cambiara de dirección. Todo a través de Internet. La puerta que les garantizó el acceso al control del coche fue el sistema de entretenimiento a bordo. Los hackers no avisaron en ningún momento de lo que iba a suceder en el coche, así que en el vídeo que grabaron se puede ver la cara de terror de Greengberg cuando su coche se para en medio de una autopista sin que el haya pisado el freno.

Segundo experimento
No es la primera vez que el periodista de Wired se ofrece a ser conejillo de indias con esta pareja. En 2013, se puso al volante de un Toyota con los dos hackers sentados en la parte de atrás intentando controlar el coche. En aquella ocasión, consiguieron que el automóvil acelerara, frenara, cambiara de dirección, que sonara el claxon y también, de forma increíble, que los cinturones de seguridad quedaran bloqueados.

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Aquella prueba se realizó in situ, y los hackers pudieron llevar a cabo su trabajo conectando sus ordenadores al puerto que tienen los coches actuales y que se utiliza en los talleres para realizar diagnósticos mecánicos. Dos años después, han refinado su técnica y ahora pueden controlar cualquier coche moderno desde su casa, a kilómetros de distancia, gracias a Internet.

Además de conseguir el control, los hackers aseguran que también pueden rastrear el automóvil gracias a su GPS. Y todo gracias a que los modelos más recientes son una especie de smartphone con ruedas: se conectan a la Red para ofrecer servicios como Spotify, radios online, servicios de navegación o información meteorológica.

Miller y Valasek vana anunciar sus descubrimientos en las próximas ediciones de Def Con y Black Hat, dos conferencias de hackers que van a tener lugar en Las Vegas en agosto. Los dos expertos trabajan ya con los fabricantes de coches para diseñar un sistema de seguridad que pueda proteger a los conductores de este tipo de amenazas. Solo nos queda rezar para que encuentren la solución rápido. Y para que el Gobierno de Estados Unidos no se guarde una 'puerta trasera' para actuar.