Cómo puedes mejorar la señal de tu Wifi

Pocas cosas dan tanta rabia -tecnológicamente hablando- como los puntos muertos de Wifi. “¿Para qué pago un pastón todos los meses a las operadoras si no puedo usar la tableta o el portátil desde mi cama porque no llega la cobertura?” No podemos dar respuesta a esa pregunta, pero si podemos recomendar algunos trucos para multiplicar la cobertura en tu hogar.

Lo primero que debemos hacer es medir la señal de nuestra red doméstica, para encontrar posibles interferencias o puntos débiles. Seguro que ya sabes de sobra que en la cocina casi no tienes señal, pero es hora de saber exactamente cuánta cobertura pierdes.

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Para ello, debemos instalar programas de medición como WirelessNetView en nuestro portátil y movernos con él por toda la casa fijándonos en el parámetro de potencia de señal. Cuando este porcentaje caiga del 30%, estaremos en un lugar de baja cobertura.

Si nos encontramos lejos del router, evidentemente, nos encontramos ante un simple problema de distancia. En ese caso, tendremos que instalar un repetidor para que la señal mejore. Estos aparatos pueden ir conectados directamente al router o transmitir la señal desde la red eléctrica: tan solo hace falta conectar el repetidor en un enchufe de la habitación que queramos para tener más señal.

Pero si no disponemos de mucha potencia en un lugar cercano al router, nos encontraremos ante un caso de interferencias. Estas perturbaciones pueden estar causadas por un gran número de aparatos: microondas, teléfonos inalámbricos, dispositivos bluetooth...

Para acabar con este problema, podemos entrar en la configuración de nuestro router -a través del navegador de nuestro ordenador, y según indiquen las instrucciones que nos haya facilitado el fabricante o el operador- y seleccionar canales diferentes a 2,4 Ghz, que es por donde emiten todos los aparatos anteriormente señalados, y escoger 5 Ghz. De esta forma nos cargaremos de un plumazo a todas las interferencias.

También dentro de la configuración del router sería interesante desactivar el estándar 802.11b -en caso de que esté activo- y decantarnos por el 802.11g o el 802.11n. Aunque hay que tomar esta decisión con cuidado: muchos piensan que el estándar 802.11.b, pensado para transmitir unos 10 Mbp/s como máximo, es más estable y potente que los g/n, y puede servir para llevar la señal más lejos, aunque sea menos potente.