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¿Cansado de memorizar contraseñas? Un matemático ha encontrado un truco para generarlas y recordarlas sin esfuerzo

Cada día debemos introducir varias contraseñas para poder exprimir Internet. Desde la del correo electrónico, hasta la de Facebook o la de Twitter. Muchas veces dejamos que sea el navegador el que las recuerde, pero otras veces tenemos que hacer el esfuerzo de memorizarlas. Como casi todas las páginas web nos exigen un mínimo de caracteres que incluyan mayúsculas y minúsculas, y también números y símbolos, al final terminamos con un enorme galimatías.

Como cada vez son más las páginas que piden nombre de usuario y contraseña, lo que hacen muchos internautas es utilizar la misma clave para diferentes sitios. Esta práctica es un error que puede llegar a ser catastrófico: si una web en concreto es atacada y los hackers descubren el password maestro, tendrán acceso a multitud de servicios online.



Lo ideal es recordar na contraseña para cada sitio, sin necesidad de apuntarla. Pero para eso hay que tener la memoria de un robot… o desarrollar un método mnemotécnico eficaz. Y esto último es lo que ha hecho el matemático de origen venezolano Manuel Blum.

Blum presentó su idea en el Laureate Forum celebrado en la ciudad alemana de Heidelberg la última semana de agosto. En la cita aseguró que no recordaba ni una sola de sus contraseñas, pero sí que conocía muy bien el algoritmo que había creado para generarlas, y con eso le bastaba.

El método
El matemático afirma que lo primero que hay que hacer es saber qué código se va a utilizar. Como las contraseñas piden las letras del abecedario y los números, está claro que pueden ser las 27 del abecedario y los números que van del 0 al 9. A continuación hace falta representar todos estos carcteres en un espacio. Lo más lógico y fácil para un usuario de Internet es que esa representación sea su teclado. Pero también podría servir un abecedario infantil que incluyera números. Pero mejor vamos a seguir con el ejemplo del teclado qwerty.

Lo siguiente es elegir un método de elección de letras y números. Blum usa el método de la brújula para guiarse: primero elige una tecla al norte, luego otra al este, luego otra al sur y por último, otra al oeste, siguiendo el movimiento contrario al de las manijas de un reloj.

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Blum toma las letras que conforman el nombre de la página web que le pide la contraseña para generar y recordar la clave. Por ejemplo, para acceder a Facebook, primero se fija en la letra ‘F’ del teclado y pone en funcionamiento el método de la brújula. ¿Qué está al norte de la ‘F’? La ‘R’. ¿Qué letra está al este de la ‘A’? la ‘D’. ¿Qué está al sur de la ‘C’? Aquí estaría la barra espaciadora, pero contaría el número 4, porque volveríamos a empezar desde arriba. ¿Qué está al oeste de la ‘E’? La ‘W’. Así hasta completar la palabra entera que le serviría de password: ‘RD4EHILJ’.

Si la web nos pide distinguir entre mayúsculas y minúsculas, podemos poner en mayúscula la primera letra. Si hace falta poner un símbolo, Blum se decanta por ponerlo al final y que siempre sea el mismo. De esta forma siempre tendremos una contraseña rarísima que solo nosotros recordaremos. ¿Complicado? La primera vez puede parecerlo, pero tras tres contraseñas, es un juego de niños (pero muy seguro y fiable).