Sorpresas te da la vida: Los empresarios dicen ganar lo mismo que los parados y un tercio que los asalariados

Es una de las peculiaridades de este país. Junto al descomunal fraude fiscal y la gran actividad que registra la economía sumergida, siempre se ha dicho que aquí sólo pagan impuestos las personas que tienen una nómina y que no tienen opciones paras esconder, maquillar o diferir ingresos.

Los últimos datos que ha revelado la Agencia Tributaria en este sentido son reveladores. Según el informe anual sobre recaudación tributaria, los empresarios declararon el año pasado unos ingresos medios de 7.845 euros en el año, lo que supone un 1,9% más que el año anterior, una cantidad ridículamente baja sobre todo si se compara con unos salarios por cuenta ajena que son también bastante bajos y que llevan varios años menguando.
El rendimiento de las actividades empresariales se situaría así, según revela El Confidencial, en un tercio de lo que ingresan los trabajadores por cuenta ajena del sector privado, que según hacienda, ascendió a 24.557 euros en 2014.

Podemos seguir Haciendo comparaciones curiosas y sorprendentes. La renta media de los empresarios se sitúa en niveles muy parecidos a la que obtienen los parados: 7.797 euros, según lo declarado en el Impuesto sobre la Renta. Y claramente por debajo de los 13.786 euros que, como media, reciben los pensionistas a la luz de la última información tributaria.

En cuanto a los profesionales liberales, abogados, arquitectos, dentistas, etc, sus ingresos medios declarados son de 22.850 euros al año, una cantidad que se sitúa también por debajo de lo que ganan de media los asalariados del sector privado.

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Los datos anuales de la Agencia Tributaria ponen de relieve cómo el Impuesto sobre la Renta, pese a las sucesivas reformas desde su implantación (1977), continúa siendo un tributo que descansa fundamentalmente entre los asalariados, mientras que otro tipo de rentas son capaces de aminorar la carga fiscal de forma relevante por diversas razones: deducciones, desgravaciones o, simplemente, ocultación de rentas motivada por diversas razones, entre ellas, la dureza de la crisis, la elevada fiscalidad y las gravosas cargas sociales que soporta el empresario, que opta en muchas ocasiones por retribuirse en especie, es decir, comprando bienes a través de la empresa.

De este modo, permite deducirse IVA que en otro caso pagaría, y que el dinero destinado a esas compras no esté sujeto ni a retención ni a tributación a la vez que reduce el eventual beneficio que puedan generar sus actividades y la eventual carga fiscal que pudiera derivarse de esos retornos.

Esa renta media de los empresarios se sitúa todavía un 39% por debajo de lo recaudado en el máximo histórico, alcanzado siete años antes. La renta media declarada de los empresarios alcanzó en 2010 los 8.454 euros y hoy se sitúa, pese al repunte, en 7.854.

Otro dato para reflexionar es la enorme diferencia entre el salario medio en el sector público, que se situó el año pasado en 33.531 euros, respecto al del sector privado, que ascendió a 22.392. Es decir, que en España. los que más ganan, o mejor dicho, los que más declaran, son los funcionarios, con diferencia, y después los trabajadores por cuenta ajena. ¿Quién se lo cree?

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@Jorcha