Yahoo Finanzas Ser de familia rica, un privilegio que dura y dura....
Vivimos en la era del capitalismo postmoderno. Se venera la capacidad de emprendimiento y la iniciativa, pese a que el contexto no es demasiado favorable para ello. Sin embargo, en materia de tener posibles, es decir, dinero, patrimonio o fortuna, se puede concluir que al que Dios se la dado, que San Pedro se la bendiga.
El refrán viene a cuento porque un reciente estudio realizado en Italia confirma lo que muchos han sospechado siempre. Que quien viene de familia rica normalmente sigue siendo rico o probablemente cada vez más rico y quien viene de familia humilde tiene que enfrentarse a una montaña de dificultades para convertirse en una persona adinerada, salvo que medie premio de La Primitiva o Lotería de por medio.
Dos economistas del Banco de Italia afirman haberlo demostrado. Han llegado a la conclusión que las dinastías más acaudaladas de la Florencia del siglo XV también lo son hoy, y dan al traste con la teoría de que la herencia intergeneracional se diluye con los años.
Guglielmo Barone y Sauro Mocetti, investigadores del Banco de Italia, demuestran con datos reales de pago de impuestos -según cuenta Sabemos- que las familias más ricas de la Florencia del siglo XV tienen como descendientes a familias también adineradas de la ciudad en la actualidad.
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Barone y Mocetti comparan en su estudio recién publicado (Intergenerational mobility in the very long run: Florence 1427-2011) los datos de pagos de impuestos de los habitantes de la Florencia de 1427 con los registros fiscales de los actuales vecinos de ciudad correspondientes al ejercicio 2011. El censo fiscal de la Florencia de los albores del Renacimiento recoge datos de los cerca de 40.000 contribuyentes de la época. Datos tales como el apellido, la profesión, los ingresos y el patrimonio.
Y el resultado de cruzar los datos tributarios de una y otra época muestra que las familias que actualmente cuentan con rentas más altas también estaban entre las más ricas de la ciudad hace 600 años.
Estas conclusiones contradicen otros estudios que sostienen que en el muy largo plazo las ventajas y desventajas familiares desaparecían casi enteramente en sólo tres generaciones.
Pero aunque venir de la Pata del Cid en materia de dinero es casi pasaporte asegurado para seguir siéndolo, hay una serie de consejos para aquellos que no tienen esa suerte y quieren lograr entrar en ese indestructible club. Aparecen en el libro El hombre más rico de Babilonia, donde el consejero económico George Clason recoge sus consejos para ganar, conservar y multiplicar nuestro dinero.
El primero es ahorrar: Por cada diez monedas en tu bolsillo no deberías utilizar más de nueve dice el protagonista del libro.
El segundo es controla tus gastos: ¿Cuánto dinero debemos emplear cada mes en sobrevivir? Probablemente, y salvo contadas excepciones, menos de lo que realmente gastamos. El problema es que si ganamos diez, gastaremos diez… Y si ganamos 30, terminaremos gastando 30, aunque nuestra vida no haya cambiado esencialmente.
El tercero es invertir. El dinero en el armario pierde su valor. El libro recuerda que conservar parte de los ingresos es sólo el primer paso para reinvertirlo y, de esa manera, multiplicarlo.
El cuarto consejo es cuidado con las pérdidas. Cuando se invierte, se corre el riesgo de perder dinero. Es algo consustancial a intentar multiplicar nuestros ahorros, pero la clave se encuentra en que el capital inicial no se vea afectado.
El quinto es comprar. Este quizá sea, a día de hoy, el consejo más discutible, pero el autor del libro lo tiene claro: si queremos asegurarnos el futuro, debemos comprar nuestra propia vivienda.
El sexto es asegurar tus ingresos futuros. El ahorro no sólo nos permite vivir bien en el día a día y multiplicar lo conseguido, sirve de colchón para ese momento en el que no podamos trabajar.
Y finalmente, el último es aprender. El paso del tiempo no sólo debe ayudarnos a multiplicar nuestros ingresos, sino que también hace que seamos más sabios. Y, cómo no, ello nos ayuda a ganar aún más dinero: “El hombre que consigue aprender más de sus habilidades será recompensado de manera espléndida”.
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