¿Qué tendrán las mujeres que mandan que hacen más rentables a las empresas?

Otra victoria moral para las mujeres. En el ámbito laboral, cuanto más poder tienen, el desempeño de las empresas y organizaciones es mejor. Son especialmente más eficaces cuando tienen la voz de mando en las empresas.

Lo acaba de poner de manifiesto un estudio exhaustivo del Peterson Institute for International Economics que investiga el impacto de la diversidad de género en las empresas. El estudio, que ha analizado 21.980 compañías en 91 países, demuestra que el desempeño de las empresas mejora cuanta mayor es la proporción de mujeres en posiciones de liderazgo corporativo. Estudios anteriores ya habían extraído conclusiones similares, si bien el informe de Peterson es el primero a nivel internacional. Y no importa tener que el primer ejecutivo sea una mujer, sino contar con muchas directivas en la organización y que estén cualificadas para llegar a serlo, según el estudio

Las cifras de la investigación revelan que el efecto económico no es aprovechado por las grandes cotizadas en bolsa, pues 3 de cada 10 empresas de todo el mundo no han colocado a ninguna mujer ni en puestos de mando ni en los consejos de administración. Y sólo el 5% (945) son dirigidas por una consejera delegada, si bien el estudio no conecta este hecho con una mayor rentabilidad.

[También de interés: La triste realidad tras el gesto de Carolina Bescansa; asi de mal se concilia el trabajo con la familia en España]

En el caso de España la cosa está peor. La presencia de mujeres en puestos de dirección seduce aún menos a las empresas pese a la mayor eficacia de las féminas en la gestión. ¿Machismo, rutina o falta de luces por parte de los accionistas de las empresas?

En el caso concreto de las 96 compañías españolas estudiadas por Petersen, sólo el 14% tiene mujeres en sus consejos de administración, muy lejos del 51% de Islandia, el país líder de este ranking o el 40% de Noruega. Y en cuanto a mujeres ejecutivas, únicamente el 13% cuenta con ellas en puestos de alto mando y apenas un 3% está dirigida por una fémina.

Si se analiza sólo la composición de los máximos órganos de gestión de las grandes empresas españolas que cotizan en bolsa, la situación no es mejor, es descorazonadora. Según los datos publicados en las webs de las compañías que integran el índice bursátil que agrupa a la élite empresarial española, el peso relativo de las mujeres en sus máximos órganos de gestión se sitúa en el 16,8% del total de sus miembros. El cómputo de 2015, en el que, siguiendo el criterio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se ha excluido a Arcelormittal (cuyo Estado de origen es Luxemburgo), se resume así: de los 445 puestos de vocal que hay actualmente en el Ibex 35, sólo 75 están ocupados por mujeres.

Ese porcentaje del 16,8% está a años luz de la “presencia equilibrada de mujeres y hombres” en los órganos de gestión de las grandes empresas que propugnaba para 2015 el artículo 75 de la Ley de Igualdad del año 2007. Y es 3,4 puntos inferior a la media de la UE, que en octubre pasado alcanzaba un “decepcionante” 20,2%, según la Comisión Europea.

La escasa presencia de mujeres directivas es más sangrante aún si la combinamos con el hecho contrastado de la peor retribución de las mujeres sea cual sea el grupo profesional donde se ubiquen. España es el séptimo país de la Unión Europea con una mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, un 19,3% de menor retribución, según los datos publicados por la Comisión Europea, que miden la diferencia de los ingresos medios brutos de todos los Estados miembros entre estos dos grupos de población.

Esa brecha salarial de género tiene en cuenta tres desventajas a las que se enfrentan las mujeres: unos ingresos por hora más bajos que los hombres, menos horas trabajadas y peores tasas de empleo (por ejemplo, al interrumpir sus carreras profesionales para atender los cuidados de menores u otros familiares).

IDNet Noticias
@Jorcha