¿Puede el FMI soportar que todos sus directores acaben ante los tribunales?

No solo hay que ser honrado, hay también que parecerlo. La aplicación de esta máxima debería vigilarse muy mucho a la hora de elegir al director general de una de las instituciones financieras más importantes del mundo, el FMI.

Este Fondo se dedica entre otras cosas a evaluar la marcha de la economía de todos los países, dar recomendaciones y consejos para encontrar la buena senda y otorga financiación a los países insolventes o en riesgo de default a cambio de duras condiciones de austeridad y sacrificio.

Es como un policía y bombero mundial que vela por la estabilidad financiera de la economía mundial. Además sus estatutos declaran como principales objetivos “la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza”.

Incluso algunos países africanos y latinoamericanos otorgan, por decisión propia, tratamiento protocolario de jefe de Estado al director gerente del FMI.

Ahora se acaba de conocer que la directora del Fondo, Christine Lagarde, fue puesta bajo investigación formal por negligencia en el marco de un caso de fraude político en Francia, en una trama por la que anteriormente ya había sido interrogada como testigo por magistrados en París. El directorio del FMI todavía no ha sido informado sobre esta imputación a Lagarde, que afirma que seguirá en el cargo.

Con esta imputación ya son tres de los últimos cuatro dirigentes del FMI, los que se las han visto con la justicia durante o después de su mandto: Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn, previamente y Lagarde. Solo el estadounidense John Lipsky, que ejerció el cargo durante apenas dos meses como interino, se libra de toda sospecha.

Tres nombres de indudable prestigio cuando asumieron el mando del Fondo y que después han iniciado etapas turbulentas. Al antecesor de español de Strauss Kahn le llegaron los problemas con la justicia después de abandonar el cargo. Director del FMI de 2004 a 2007, ha sido imputado por falsificación de cuentas, administración desleal, alteración de precio y apropiación indebida, en relación con la salida a Bolsa de Bankia, que tuvo lugar en 2011. Fue cesado del cargo de presidente de la entidad por el Gobierno ante las fuertes presiones de la Troika, que curiosamente forman el BCE, el FMI y la Comisión Europea.

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Dirigir el fondo supone también tener un sustancioso sueldo. En general el personal de la institucies está muy bien pagado, según queja extendida entre los países resctados por el Fondo.

Rato ganaba al fremte del Fondo unos 391.000 dólares anuales (323.477 euros, al cambio de entonces), más otros 70.070 dólares en concepto de gastos (57.900 euros), libres de impuestos. Además se le reconoció una pensión vitalicia de unos 80.000 dólares anuales (unos 58.400 euros) cuando deje su cargo.

La mayor parte de la pensión proviene de un fondo establecido por el organismo para cada uno de sus empleados, en el cual el trabajador también puede contribuir voluntariamente.

Ese fondo le da al ex ministro español 49.000 dólares al año. Además recibiría otros 31.000 al año por haber sido director gerente del Fondo, siempre que no se embolse otro salario al mismo tiempo, una importante salvedad.

Strauss-Kahn percibió un salario anual de 420.930 dólares, con un complemento de 75.350 dólares. Strauss-Kahn fue invitado a abandonar su cargo tras ser denunciado por la violación de Nafissatou Diallo, una camarera del hotel Sofitel de Manhattan. Unos meses después la escritora francesa Tristane Banon presentaba nuevos cargos contra él por agresión sexual. Pero el escarnio llega al máximo cuando el exdirigente fue imputado por participar en una violación en grupo. Su nombre aparecía como cliente de una red de prostitución que suministraba mujeres a clientes del hotel Carlton de Lille y a fiestas celebradas en otros lugares como París o Washington.

Lagarde cobra un extra del 11% más sobre los emolumentos que recibía Strauss-Khan con la condición de mantener una promesa de integridad, imparcialidad y discreción. No sabemos si ahora renunciará voluntariamente a ese plus. Y es que el FMI no es una institución cualquiera, pero tampoco la puede dirigir cualquiera.

IDNet Noticias @Jorcha