Yahoo Finanzas ¿Por qué no quiere Merkel estimular la economía de los países del Sur?
Merkel no cede. Ni siquiera Rajoy, que ha sido hasta ahora uno de sus grandes aliados ideológicos, consigue doblegar el inmovilismo de la canciller. Alemania se resiste a estimular la economía de los países del Sur por la vía de un incremento del gasto de su país y de un programa de inversión pública impulsados por Bruselas con dinero de los países ricos. Berlín ha dado la espalda a la petición de Rajoy. Su posición es firme: ni un duro más, austeridad y reformas.
La petición del jefe del Gobierno español para que los países ricos tiren del conjunto de Europa ha caído por tanto en saco roto. Ni siquiera las grises previsiones sobre la economía teutona hacen cambiar el gesto a Merkel, que este año se enfrentará al examen de las urnas con su reelección en juego. La carrera electoral condiciona el rumbo de sus políticas, palabras y gestos. También las de la oposición. Un escenario al que está marcando el devenir de la crisis del euro desde hace meses.
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Pero este inmovilismo le está dando rédito político. El último sondeo publicado por el semanario Stern destaca que la coalición de Merkel sube en intención de voto hasta el entorno del 43 %, el nivel más alto alcanzado desde que la canciller llegara al poder hace más de siete años. Por el contrario, la oposición socialdemócrata cede dos puntos y baja hasta un 23 % de votos potenciales.
El flanco político lo tiene controlado pero el económico no tanto. El Banco Mundial ha empeorado sus previsiones económicas para la zona euro en 2013 y prevé una contracción del Producto Interior Bruto de una décima mientras que la economía del gigante alemán crecerá un 0,4%. Un mal dato si tenemos en cuenta que ese PIB creció un 0,7% en 2012, el peor año desde que Alemania dejó la recesión atrás.
¿Pero cómo puede crecer España sin estímulos del exterior? Tenemos un déficit público muy elevado, con una deuda pública muy elevada y hay que emitir deuda pública en 2013 por casi el 25% del PIB, lo cual en medio de una crisis de deuda es equivalente a la Odisea de Ulises, según el economista José Carlos Díez.
Por lo tanto, el ajuste fiscal debe continuar, aunque debe suavizarse la senda, y eso tendrá efectos contractivos sobre la actividad y el empleo. La única posibilidad es que nuestras empresas busquen clientes fuera para compensar el desplome de las ventas domésticas. Lo están haciendo, pero un tercio de nuestras exportaciones se concentran en Francia, Alemania y Portugal a los que exportamos principalmente coches y componentes de automóviles.
Pero si las ventas de coches en Francia y Alemania caen un 15% y en Portugal un 40% nuestras exportaciones no crecen y el ajuste de esos países nos mete en una depresión, sostiene Díez. Alemania y Francia deben tomar medidas para que sus consumidores pierdan el miedo y que vuelvan a comprar. Pero, tristemente, lo probable es que, hasta sus elecciones, Alemania deje sangrar por las heridas a los países del Sur. No tendremos más remedio que seguir buscándonos la vida vendiendo cada vez más fuera de Europa y produciendo con costes cada vez más bajos. [IDNet Noticias]
