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Por qué la banca no quiere vender los pisos más rápidamente

Las ventas del ‘patrimonio’ de pisos que la banca tuvo que ‘comerse’ con el estallido de la burbuja inmobiliaria van tan a paso de tortuga que las entidades tardarán una media de 10 años más en deshacerse del ladrillo acumulado. Una digestión difícil, se tiene en cuenta que se dieron hipotecas sin demasiado miramiento y que el mercado está un 40% por debajo del pico de los precios de la burbuja. Aun así y sorprendentemente, en el sector no hay prisa por soltar el lastre.

La explicación tiene varios ingredientes, como una buena salsa. Por un lado, el mercado inmobiliario empieza a recuperarse, así que esperar es sinónimo de sacar un poco más de dinero a ese patrimonio ‘enterrado’ en pisos. Por otro y aunque mantener los pisos en cartera tenga un coste, este es menor de lo que se cree porque ya se ha incluido (provisionado) en las cuentas. Con los tipos de interés casi al 0%, las alternativas de inversión no son muchas ni claras.

A esto hay que añadir que nadie (Banco de España, BCE u otros) ha marcado un plazo para que los bancos se deshagan de ese ‘lastre’, como sucedió en Japón hace unos años. Sin presiones, mejor que corra el tiempo.

Además, las entidades que quieran quitarse el asunto de encima y dedicarse a lo suyo se precipitarán, dicen los expertos. Porque buena parte de los que han salido de compras son buitres que están dispuestos a comprar grandes lotes de pisos, pero a precio de gangas.

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Edificios con pisos a la venta en la localidad toledana de Seseña, próxima al límite con la Comunidad de Madrid, el 29 de julio del año 2008 (AFP/Archivos | Pedro Armestre)

 

[También de interés: Cómo se explica que la crisis haya multiplicado las renuncias al cobro de herencias]

En los nueve primeros meses de 2016, el sector ha vendido unos 12.000 millones. Aun así, los expertos estiman que la banca española todavía tiene 156.000 millones de activos sin realizar (non performing), de los que la mitad son inmuebles percibidos en pago de créditos incobrables y la otra mitad, créditos morosos.

La recuperación del mercado es alentadora, pero de momento sólo se aprecia un repunte de los precios inmobiliarios en Madrid, Barcelona y Baleares. En el resto de España la subida se limita a un pírrico 1%, si llega. Algunos van más allá y, como es el caso de Adicae, entre las subidas de las hipotecas y el repunte del mercado, empiezan incluso a vaticinar una nueva burbuja.

En las ventas de lotes a buitres el descuento ronda el 70% con relación a las tarifas que se manejaban durante los años dorados del sector, mientras que los particulares compran con una rebaja media del 40%. Con este escenario, mejor esperar a que lleguen compradores más generosos y operaciones que, en un momento dado, incluso pueden ayudar a recuperar parte del dinero que ya se metió en las cuentas como pérdidas (provisiones). Al fin y al cabo, a nadie le amarga un dulce. ¿Con quién lo compartirá la banca?

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