Yahoo Finanzas Por qué el banco más antiguo del mundo apuesta por la moneda digital
El banco sueco Riksbank, el más antiguo del mundo, está haciendo preparativos para convertirse en el primer banco central relevante en emitir una moneda digital. En un país donde cada vez se usa menos el dinero en efectivo, el que fuera banco pionero en emitir billetes en papel en la década de 1660 vuelve a poner una pica (un poco más al norte de Flandes) con un proyecto para conocer cómo sería una moneda digital respaldada por el banco central y qué desafíos plantearía. Su nombre: ekrona.
De convertir el proyecto en realidad, hay que preguntarse: ¿Cómo se hace esto? Con las herramientas que ahora tenemos a mano, se podría pensar en una tarjeta recargable, una aplicación para el móvil, un sistema biométrico… Pero habrá que dar respuesta también a preguntas como, por ejemplo, quién garantiza la seguridad del sistema, cómo combatir las falsificaciones o qué consecuencias tiene para la estabilidad financiera del país. De momento, Suecia se da dos años para tomar una decisión sobre la futura emisión de ekronas.
En el artículo que publica FT se cuestiona el futuro papel de los bancos centrales de todo el mundo en este campo, ya que de momento apenas se ha comenzado a lidiar con los posibles beneficios y desafíos que surgen de las monedas digitales como las bitcoin en foros y discursos.
[También de interés: El primer bonus salarial que se paga en España por un ‘pelotazo’ empresarial]
Suecia es el primer país que se ha pronunciado sobre la futura moneda digital. En los últimos días hemos sabido que China quiere utilizar las nuevas tecnologías para digitalizar el papel moneda y hacer las transacciones más transparentes y eficientes y que le Banco Nacional de Ucrania ha mostrado su intención de crear una plataforma blockchain basada en el actual Espacio de Pagos Ucraniano, su sistema de pagos nacional. De momento, estos dos últimos se quedan en declaración de intenciones.
El Riksbank, como otros bancos centrales, utiliza dinero electrónico con bancos y organizaciones de compensación a través de cuentas. Pero en su relación con las personas sólo maneja billetes y monedas y, de momento, sólo ve la moneda digital como un complemento, no como un sustituto.
El uso del dinero en efectivo -tanto billetes como monedas -en Suecia ha caído estrepitosamente en los últimos años en torno al 40%. Esa ha sido una de las razones del Riksbank para tomar esta determinación. El problema es que ningún banco ha hecho nada similar antes en esta materia, con lo que no hay modelos de referencia para diseñar el sistema, como ha dicho Cecilia Skingsley, vicegobernadora del Riksbank.
Es plausible la actitud de la mandataria sueca: convencida de que no pueden quedarse sentados a esperar que otros tomen decisiones, parece que el camino es ser creativos y tantear el viejo sistema de prueba-error.
De momento, quedan en el aire varias preguntas. Vayan por delante algunas: ¿Contribuirá este sistema a luchar contra el blanqueo de capitales y sacar a la luz a los defraudadores? ¿Se abonarán intereses por cuentas y depósitos o habrá que pagar? ¿Será más sencillo hacer un rastreo sobre la trayectoria del dinero? ¿Hasta qué punto será eso legítimo?
Y para terminar, una cuestión de fondo que interesa a todos, ahorradores o no: si el futuro sistema electrónico está garantizado de alguna forma por el Estado, ¿afectará sus incertidumbres a la propia estabilidad de los países?
IDNet Noticias
