Anuncio
Mercados españoles cerrados
  • IBEX 35

    10.729,50
    -35,50 (-0,33%)
     
  • Euro Stoxx 50

    4.918,09
    -18,48 (-0,37%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0654
    +0,0008 (+0,07%)
     
  • Petróleo Brent

    87,30
    +0,19 (+0,22%)
     
  • Oro

    2.410,20
    +12,20 (+0,51%)
     
  • Bitcoin EUR

    60.352,77
    +1.101,18 (+1,86%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.380,89
    +68,27 (+5,20%)
     
  • DAX

    17.737,36
    -100,04 (-0,56%)
     
  • FTSE 100

    7.895,85
    +18,80 (+0,24%)
     
  • S&P 500

    4.962,64
    -48,48 (-0,97%)
     
  • Dow Jones

    37.905,86
    +130,48 (+0,35%)
     
  • Nasdaq

    15.262,48
    -339,02 (-2,17%)
     
  • Petróleo WTI

    83,17
    +0,44 (+0,53%)
     
  • EUR/GBP

    0,8611
    +0,0055 (+0,64%)
     
  • Plata

    28,81
    +0,43 (+1,52%)
     
  • NIKKEI 225

    37.068,35
    -1.011,35 (-2,66%)
     

Por qué Putin se ha convertido en el peor enemigo de Rusia

El presidente ruso, Vladimir Putin necesita reactivar la economía de su país con urgencia para acabar con la recesión. Su principal medida hasta ahora ha sido actuar sobre el tipo de cambio del rublo, convencido de que una moneda más débil podría impulsar las exportaciones rusas y ayudar a equilibrar un presupuesto que depende en gran medida de los ingresos por exportaciones de petróleo y gas. Algunos analistas esperan incluso que el banco central ruso ponga su granito de arena y reduzca los tipos de interés esta semana.

Estos retoques apenas sirven para ocultar que Putin se ha convertido en el principal problema del país. Los expertos consideran que el presidente ruso ha ido demasiado lejos en su estrategia de utilizar el estado de derecho para enriquecer a sus aliados y castigar a sus oponentes, poniendo en evidencia que Rusia sigue siendo un país de amiguismos.

En la lista de empresas perjudicadas por los supuestos intereses y conveniencias de Putin hay firmas tan importantes y variadas como la petrolera Yukos del magnate opositor Mikhail Jodorkovsky o el grupo de medios RBC, que a principios de este año tuvo la osadía de investigar amigos y familiares de Putin.

La caída en desgracia de Jodorkovsky fue espectacular. Quien fuera el hombre más rico de Rusia fue encarcelado durante diez años por lo que el magnate y su círculo consideran “acusaciones falsas y un montaje”, aparentemente a cargo del presidente ruso. Jodorkovski ha dejado claro que quiere ver una revolución en Rusia y su intención de ayudar a lograrla, y no es el único.

image

Putin en una visita a la televisión rusa. Foto: Kremlim.ru

ANUNCIO

La actitud del presidente ruso hacia la propiedad privada marca el tono de los comportamientos oficiales. Cualquier empresario puede convertirse en blanco de las autoridades, entre las que se encuentran desde inspectores de incendios a investigadores criminales. La extorsión incluso multas, amenazas de cárcel o avisos de que pueden perder sus negocios en beneficio de competidores mejor conectados.

La falta de incentivos a los negocios en Rusia es tan extrema que prácticamente nadie quiere invertir en el futuro. La inversión se ha reducido y los productores locales no se venden mejor a pesar de la devaluación del rublo y la prohibición de importar muchos productos occidentales.

La producción de alimentos rusos aumentó apenas un 1,8% en los primeros cinco meses de 2016 y se estima que el crecimiento económico del país se mantendrá por debajo del 2% en los próximos años, muy inferior al ritmo del 5% registrado durante buena parte de la década de 2000.

Con la insatisfacción popular en aumento y elecciones parlamentarias para septiembre, Putin reconoce que necesita un golpe de efecto. Para buscar ideas ha creado un consejo de economistas que de partida ya están de acuerdo en algo: Rusia no puede prosperar sin reformas que fortalezcan el derecho de propiedad y alivien la carga burocrática de las empresas.

También se necesitaría un poder judicial independiente y reducir el número de entidades con facultad para inspeccionar. Pero menos burocracia supone menos poder de control para la élite del Kremlin, que en esa nueva Rusia tendría más difícil la revancha contra los empresarios que apoyan a la oposición.

Con estas bases, parece que la reforma de la economía rusa pasa necesariamente por una reforma del sistema político. Si de verdad quiere acabar con la recesión, Putin tendrá que aflojar las riendas y establecer unas reglas del juego más aceptables.

IDNet Noticias