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Por qué los productos de lujo son ajenos a la crisis en España

Mientras llueven piedras para el ciudadano de a pie y todos los sectores han sufrido tanto una larga crisis como un fuerte descenso en sus niveles de producción y ventas en los últimos cinco años, el mercado del lujo no solo se ha mantenido, sino que ha aumentado en España. Parece una macabra paradoja de difícil explicación en una sociedad marcada por el paro y los recortes de salarios, pero la tiene.

El empuje básicamente deriva de las ventas en el exterior y de las compras crecientes de los turistas que visitan España, donde destaca el papel creciente de los visitantes de potencias emergentes: los nuevos ricos de Rusia, América Latina, China o de las antiguas repúblicas soviéticas.

El tercer fenómeno que explica el movimiento a contracorriente del lujo es la aparición de una nueva línea de negocio, la del lujo low cost, por decirlo así, productos algo más baratos pero avalados por la gran marca y dirigidos a jóvenes y recién llegados al mundo del lujo. Son los llamados clientes aspiracionales, a los que sueñan con formar parte del mundo del glamur.

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En España hay 16 millones de familias. De ellas, 3'5 millones compran en algún momento de su vida un producto de lujo según el observatorio del mercado premium. Y sólo 100.000 de esas familias gastan más de 10.000 euros al año en estos productos caros. El resto gastará 400 millones al año de media en lujo. El mercado del lujo se polariza: por un lado están los que buscan el producto personalizado y superexclusivo, mientras por otro lado están los que quieren precios razonables.

El resultado de todo ello es que el mercado del lujo español ha salido vivo de la tormenta de la crisis y goza de una salud financiera envidiable, según los estudiosos del sector, y crecerá este año entre un 2% y un 4%, según datos de la consultora Bain & Company, citados por El País.

[También de interés: Los compradores de vivienda sólo existen para las casas de saldo y las de lujo]

De momento, España ocupa el quinto lugar en el mercado europeo, según la Asociación Española del Lujo. En 2012, el último año con cifras globales, esta industria facturó 5.000 millones, un 15% más que en 2011. Barcelona es hoy la ciudad que corona el ranking de destinos de lujo en España, con un 32%, seguida de Madrid (27%), Marbella (18%), Ibiza (8%) y Mallorca (5%). Y dentro de este sector, el de la belleza es uno de los más destacados y que más consumidores atrae.

También a escala mundial, mientras crecen las desigualdades sociales, el sector va viento en popa. Los consumidores de este tipo de productos no han dejado de crecer desde 1995. Tanto que el número de consumidores de estos productos se ha triplicado en los últimos 20 años según la citada consultora. Y es que cada año diez millones de personas más compran productos de alta gama en el mundo.

IDNet Noticias

@Jorcha