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Por 100 euros puedes ser ciudadano digital de un país de la UE que nunca has visitado

Con un simple formulario, una tasa de 100 euros y unos pocos clics puedes convertirte en un residente digital de un país que nunca has pisado. Es Estonia, que ofrece a los extranjeros la posibilidad de establecer sus negocios y sus bienes digitalmente en ese estado báltico.

Con sólo 1,3 millones de ciudadanos Estonia es un país pequeño. De esa población sólo 650.000 ciudadanos están en edad de trabajar, cifra que se espera caiga en picado en la próxima década debido al envejecimiento de la población y a la emigración.

Y aunque los eresidentes no son formalmente ciudadanos, el gobierno cree que pueden contribuir a la economía mediante el uso de los bancos de Estonia y la domiciliación de empresas. También están dispuestos a promover la reputación del país como pionero digital.

“Atraer a los inmigrantes no es una opción para nosotros. La gente prefiere elegir Suecia o Noruega ”, explica a The Guardian Taavi Kotka, director de información del proyecto. “Físicamente, no somos capaces de ampliar nuestra población. ¿Por qué no hacerlo en internet? ”

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Con 12.000 ciudadanos digitales inscritos hasta ahora, hay mucho que hacer para cumplir con la meta de llegar a 10 millones, pero Kotka dice que prefiere valorar como un éxito los registros de negocios logrados. “Hemos añadido 1.000 empresas a las 60.000 que ya estaban aquí - un aumento del 2%, lo que para nosotros es importante”, dice.

El proceso es muy sencillo. Rellenas un formulario corto, escaneas el pasaporte y una foto y añades unas pocas líneas sobre por qué quieres llegar a ser un e-residente. La última parte no está sujeta a un escrutinio estricto. “Vale decir simplemente que eres un fan del proceso”, dice Kaspar Korjus, director gerente del programa de residencia digital.

La aplicación es revisada por la policía estonia, sobre todo para ver posibles discrepancias financieras. Si has estado involucrado en “negocios sucios” o de blanqueo de dinero, es probable que seas rechazado, explica Korjus.

Si todo va bien, en tres meses obtendrás una invitación a una embajada de Estonia, o a un punto de recogida en Tallin, para una breve entrevista y para recoger tu tarjeta de identificación.

La gente que está a cargo del programa afirma que detectaron un aumento del interés después del escándalo de los Papeles de Panamá, que puso sobre la mesa la necesidad de una mayor transparencia en los negocios en el extranjero.

Los estonios destacan la diferencia: los nuevos residentes tendrán su huella financiera controlada por el gobierno, no estarán escondidos en un laberinto de acuerdos legales complicados.

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El registro de una empresa en Estonia es también “útil para los empresarios de Internet de los mercados emergentes que no tienen acceso a un proveedor de pago online”, y para nuevas empresas de países como Ucrania o Bielorrusia, que sufren limitaciones financieras de sus gobiernos.

Y otra diferencia con los esquemas off shore mostrados en los Papeles de Panamá, es que estos e-residentes no están exentos de pagar impuestos en su país de origen a menos que la mayor parte de su negocio se lleve a cabo en Estonia. “Si estás en el Reino Unido, tus impuestos serán abonados allí… No utilizas nuestra infraestructura, utilizas la suya. Así que debes pagar por eso ”, dice Kotka.

El Brexit del Reino Unido ha sido otro impulso para el programa. En la incertidumbre de las dos semanas posteriores a la votación, las solicitudes de residencia del Reino Unido crecieron diez veces, aunque todavía hay sólo 616 personas en Gran Bretaña registradas como ciudadanos digitales.

"La mayor parte del interés es especulativo… empresas que aseguran a sus accionistas que todavía serán capaces de pagar sus retribuciones en euros", añade Korjus, que es incapaz de poner una cifra a la cantidad de dinero de este tipo de empresas que entra en la economía de Estonia.Korjus estima que el 60% de los que se han registrado en el programa lo han hecho para fines comerciales. El resto son partidarios generales de la idea.

El gobierno de Estonia apoya la e-residencia y se mantiene un diálogo constante con el equipo de Korjus acerca de cómo mejorar las condiciones de los ciudadanos digitales. Permitir abrir cuentas bancarias desde fuera del país es probablemente el cambio más significativo que se avecina, según Korjus.

Pero los gobiernos cambian y Korjus admite que existe el riesgo de que una nueva administración deje a los nuevos reclutas digitalmente sin estado. “Necesito demostrar que debemos seguir haciendo esto”, dice, y añade que se ha pasado los últimos días hablando con los aspirantes presidenciales de Estonia sobre el tema. “La población de Estonia respalda el proyecto y ese es el primer obstáculo” para quien quiera abolir la iniciativa.

IDNet Noticias