Anuncio
Mercados españoles abiertos en 6 hrs 41 min
  • S&P 500

    5.011,12
    -11,09 (-0,22%)
     
  • Nasdaq

    15.601,50
    -81,87 (-0,52%)
     
  • NIKKEI 225

    38.079,70
    0,00 (0,00%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0641
    -0,0006 (-0,05%)
     
  • Petróleo Brent

    87,03
    -0,08 (-0,09%)
     
  • Bitcoin EUR

    59.252,74
    +1.842,12 (+3,21%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.310,73
    +425,19 (+47,97%)
     
  • Oro

    2.391,60
    -6,40 (-0,27%)
     
  • HANG SENG

    16.385,87
    +134,03 (+0,82%)
     
  • Petróleo WTI

    82,62
    -0,11 (-0,13%)
     
  • EUR/GBP

    0,8558
    +0,0003 (+0,03%)
     
  • Plata

    28,26
    -0,12 (-0,42%)
     
  • IBEX 35

    10.765,00
    +131,10 (+1,23%)
     
  • FTSE 100

    7.877,05
    +29,06 (+0,37%)
     

Paternidad obligatoria para los padres, ¿la receta para acabar con la discriminación de la mujer?

image

La carrera laboral de una mujer suele verse lastrada cuando se propone ser madre, según muestran múltiples estudios y estadísticas. Ahora aparece una propuesta para resolver este problema y otros muchos más relacionados que ponen de manifiesto desigualdades y discriminaciones en la vida cotidiana.

La asociación de economistas Fedea propone que el permiso de paternidad sea obligatorio para las parejas de las mujeres. La idea es nueva en España pero ya se ha llevado a cabo en otros países donde la igualdad de género está muchos más desarrollada. Se trata en el fondo de igualar lo más posible el ‘coste’ económico para el empresario y la sociedad derivado de la paternidad y maternidad.

En España la Ley de Igualdad aprobada en 2007 establecía un permiso de paternidad de trece días, que debería haberse ampliado de manera progresiva a cuatro semanas hasta 2013. Sin embargo, los sucesivos gobiernos vienen posponiendo la ampliación de este permiso año tras año, argumentando que la crisis obliga a ocuparse de otras prioridades.

ANUNCIO

Aquí el permiso es de uso exclusivo para el padre e intransferible a la madre y no es obligatorio. Por su parte, el permiso de maternidad se concreta en dieciséis semanas. De éstas, las seis primeras son obligatorias para la madre, mientras que las otras diez pueden repartirse entre los dos progenitores. Ambos permisos están retribuidos al 100%. A pesar de su diseño igualitario, en la práctica son las madres quienes acaban haciendo uso de las diez semanas “repartibles”. Por ejemplo, entre 2006 y 2013 menos del 2% de los permisos de maternidad fueron transferidos total o parcialmente a los padres.

[También de interés: La triste realidad tras el gesto de Carolina Bescansa: así de mal se concilia el trabajo con la familia en España]

Es decir, siguen siendo las mujeres las que asumen la crianza de los hijos en las primeras semanas de vida, lo cual deriva en discriminación laboral. Pero por lo menos, la utilización del permiso de paternidad ha ido creciendo. Desde su entrada en vigor en 2007 el número de padres que han solicitado las dos semanas de permiso ha ido creciendo.

Como contraste, en Islandia se aprobó en 2012 la equiparación de los permisos de paternidad. Desde entonces las madres disponen de tres meses de baja intransferible, los padres de otro trimestre y, finalmente, hay un permiso adicional de 90 días que puede repartirse entre ambos progenitores. En Noruega el permiso de paternidad fue ampliado en 2012 a catorce semanas no transferibles a la madre. En Suecia, padre y madre disponen de 480 días a repartir, de los que hay 60 días que están reservados para cada progenitor y son intransferibles. En los tres casos ambos progenitores reciben entre el 64% y el 89% del salario durante las semanas de permiso, con un tope en el importe de la prestación que varía según el país.

Este tipo de legislación permite que las madres puedan reincorporarse al trabajo con más facilidad. Además, la existencia de permisos que si no son usados por “ellos” se pierden reduciría el estigma asociado a solicitar bajas por parte de los hombres para quedarse al cuidado de sus recién nacidos. Y podría disminuiría la discriminación estadística contra las mujeres ya que al existir permisos de paternidad no transferibles el empleador debería esperar que tanto un hombre como una mujer abandonaran temporalmente el puesto de trabajo tras el nacimiento de un hijo.