Yahoo Finanzas Nuevo golpe al fondo que garantiza nuestros depósitos en el banco: cargará con la ‘estafa’ de las preferentes
Vivimos un momento sensible en España y Europa con el tema de la seguridad de los depósitos y ahora nos enteramos de que el fondo que sirve para garantizarlos cuando un banco tiene problemas vuelve a cargar con uno de los muchos ‘muertos’ que arrastra el sistema financiero de este país. Un problema que en puridad no le compete y que puede socavar su misión principal: asegurar los depósitos.
El Gobierno acaba de decidir que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) asuma gran parte de las pérdidas generadas por las participaciones preferentes de dos grandes bancos quebrados y nacionalizados: Catalunya Banc y NovaGalicia Banco.
El Consejo de Ministros ha dado luz verde hoy mismo a una derrama extraordinaria de todos los bancos al Fondo para que los titulares de preferentes de esas dos entidades, tengan liquidez, es decir, que puedan canjearlas por dinero contante y sonante. Será el FGD por tanto el que al final se quede con esos títulos y surgen muchas dudas sobre cómo podrá recuperar el dinero entregado.
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El pago realizado por los bancos para asumir este problema se situará entre 1.500 y los 2.000 millones de euros, según ha anunciado el Consejo de Ministros. Un dinero que se ahorra ponerlo el Estado y que no computará como déficit. Previamente, los titulares de esos productos de inversión perpetuos tendrán que asumir la pérdida de valor decretada por Bruselas, que ronda el 50% de media. El resto se convertirá en acciones de los dos bancos.
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El FGD cuya misión es garantizar por ley la devolución a los ahorradores de hasta 100.000 euros por cuenta y titular, se ha convertido en una institución bombero de la que tira el Gobierno para intentar tapar los muchos agujeros del sistema.
Tanto se ha usado y abusado de este fondo financiado con aportaciones de los bancos en función de la cantidad de depósitos que acumulan, que se han tenido que hacer varias inyecciones de capital extraordinarias. Y aún así anda muy escurrido de dinero.
Se utilizó el FGD por ejemplo para cubrir las pérdidas que puedan aparecer en los próximos años en la CAM, o para una concesión que se ofreció al comprador de esa entidad ruinosa -el Banco de Sabadell- y que tendrá un coste para el Fondo de más de 5.000 millones. También se utilizó para hacer lo mismo con Unnim, entidad vendida al BBVA. El coste estimado para cubrir las pérdidas latentes de ese banco catalán superan los 2.000 millones.
Aquí no acaba el recurso al FGD. También lo ha usado Finlandia para garantizarse el cobro de lo que este país ha aportado para el crédito de 40.000 millones concedido por todos los socios de la Eurozona al Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) para reflotar los bancos quebrados españoles. Finlandia ha recibido 769 millones de euros del Fondo que avalan hasta el 40% de lo que nos presta.
Esta nueva operación de socorro del FGD ha sido rechazada de lleno por el sector financiero sano, que lo considera una socialización de las pérdidas que vuelve a penalizar a aquellas entidades que actuaron bien y a premiar a aquellas que no midieron bien los riesgos. También se penaliza, y esto no lo dice la banca, a los ahorradores, que confían en ese Fondo si en algún momento hay problemas para asegurar nuestros depósitos.
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