Anuncio
Mercados españoles cerrados en 2 hrs 56 min
  • IBEX 35

    10.591,20
    -96,00 (-0,90%)
     
  • Euro Stoxx 50

    4.939,31
    -45,17 (-0,91%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0650
    +0,0024 (+0,22%)
     
  • Petróleo Brent

    89,73
    -0,37 (-0,41%)
     
  • Oro

    2.385,90
    +2,90 (+0,12%)
     
  • Bitcoin EUR

    59.418,46
    -2.577,33 (-4,16%)
     
  • CMC Crypto 200

    885,54
    0,00 (0,00%)
     
  • DAX

    17.854,25
    -172,33 (-0,96%)
     
  • FTSE 100

    7.865,61
    -99,92 (-1,25%)
     
  • S&P 500

    5.061,82
    -61,59 (-1,20%)
     
  • Dow Jones

    37.735,11
    -248,13 (-0,65%)
     
  • Nasdaq

    15.885,02
    -290,08 (-1,79%)
     
  • Petróleo WTI

    85,00
    -0,41 (-0,48%)
     
  • EUR/GBP

    0,8542
    +0,0007 (+0,08%)
     
  • Plata

    28,28
    -0,44 (-1,52%)
     
  • NIKKEI 225

    38.471,20
    -761,60 (-1,94%)
     

El impuesto a la hambuerguesa que se nos viene encima

Meterle impuestos a la llamada comida basura. Es la última idea que baraja el Gobierno francés, no sin causar bastante polémica dentro del propio ejecutivo. No es una idea realmente nueva, pero sí lo es la filosofía de la medida, que implantaría ese recargo a todo tipo de comida con exceso de grasa y azúcar, y el icono de los productos que se verían grabados sería la hamburguesa.

Es una medida que puede considerarse coherente con la cultura gastronómica de un país que mima la calidad y el buen gusto y donde la comida rápida o comida basura no está muy bien vista. De hecho, con las bebidas azucaradas ya se ha hecho algo similar en el país vecino.

Quizá por eso sea más fácil implantar allí una medida como esta, que oficialmente persigue proteger la salud de los franceses pero también, cómo no, recaudar más dinero para las arcas de un Estado un tanto exhausto financieramente.

El impuesto se giraría en función de la carga en calorías de cada alimento para combatir el sobrepeso y la obesidad, que tienen un coste económico muy elevado para el país, pero al Gobierno no le gusta la idea. Su popularidad está en horas bajas y las encuestas dan como favorita a la oposición de derechas en intención de voto. No es políticamente correcto hablar de subidas de impuestos.

ANUNCIO

Según el Tesoro, el objetivo sería cambiar los dispositivos fiscales actuales, que desde 2012 gravan en particular las bebidas edulcoradas (y que permiten recaudar 400 millones de euros al año) para adoptar un modelo similar al que existe desde hace un par de años en México, informaba Les Echos.

El diario económico, que recoge un informe del Tesoro, señala que se trataría de incrementar el precio de la comida basura de forma significativa, entre un 1 % y un 8 %, que penalizaría los productos con muchas calorías y poco valor nutricional.

image

Otra opción sería elevar el tipo del IVA para los productos “más nocivos para la salud”, ya que ahora todos los alimentos tienen en Francia un tipo reducido salvo el alcohol, la confitería y las grasas vegetales.

Previendo que un impuesto así afectaría más a las clases más bajas, que son las que más parte de su presupuesto dedican a la alimentación, los autores del estudio sugieren que eso se podría compensar con una elevación de subsidios sociales.

El contexto internacional es favorable para esta medida. Por ejemplo, el gobierno británico puso en marcha un plan parecido hace unos meses, siguiendo el ejemplo dela propia Francia, Italia y México, pero en este caso contra el exceso de azúcar en algunas bebidas. Se llama el “impuesto del azúcar”. Que está destinada principalmente a combatir los altos niveles de obesidad infantil.

El Gobierno británico pasará factura directamente a los fabricantes, en vez de exigir un “sobreprecio” a los consumidores. La medida se aplicará inicialmente en dos bandas: para bebidas con más de 5 gramos de azúcar por 100 mililitros y con más de 8 gramos (que afectará sobre todo las bebida anunciadas como “deportivas” o isotónicas).

Pero el ministro de Finanzas francés se ha manifestado ya en contra de un impuesto global contra toda la comida rápida porque cuestiona su mensaje de bajar los impuestos, y ha tachado la propuesta del Tesoro de demasiado compleja. El Tesoro calcula que los alrededor de 30 millones de personas que en Francia tienen sobrepeso o directamente son obesos tienen un coste anual de 20.400 millones de euros anuales.

Pero si se trata de atacar la obesidad y sus costes, ¿qué pasa con el vino y el champagne, los dos productos estrella que produce Francia? También engordan y tienen azúcar y podrían ser objeto de recargo fiscal especial, más allá del IVA especial que soportan. Se abre por tanto un melón bastante delicado.