Los niños con este comportamiento acaban ganando más dinero y con mejores condiciones de trabajo, según un estudio
¿Te gusta que tus hijos te hagan caso sin rechistar? A los jefes les pasa lo mismo con sus empleados, pero en este caso ese deseo parece tener más sentido ya que todo apunta a que aquellas personas con carácter rebelde tienden a pedir más dinero y mejores condiciones de trabajo en las empresas en que desempeñan su tarea. Y suelen conseguirlo.
Al menos, así lo dice el estudio llevado a cabo por la Universidad de Luxemburgo, donde analizaron la personalidad de 745 niños de sexto de primaria. La investigación se llevó a cabo entre 1968 y 2008 con la idea de hallar características específicas en los estudiantes que pudiesen predecir futuros intereses profesionales. No solo se analizaron las conductas de los niños, en su mayoría, de 12 años, sino también se los agrupó según el contexto de cada uno: Su cociente intelectual, situación económica familiar, logros académicos…
El departamento encargado de este estudio, ha publicado ahora los resultados en la publicación Developmental Psychology, según cuenta IFLscience.com. En ellos se relacionan las conductas de los estudiantes en su infancia con su actual estado laboral y, sorprendentemente, aquellos considerados como rebeldes o incluso respondones, son los que encabezan el ránking de mejor pagados. Los responsables del estudio lo atribuyen a que estas personas podrían tener mayor facilidad a la hora de enfrentarse a sus jefes a la hora de pedir mejores condiciones laborales, ascensos o aumentos de sueldo, “Un claro ejemplo es que los niños que obtuvieron bajas puntuaciones en conformismo, a día de hoy tienen salarios más altos”.
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Lo que no hay que perder de vista, es que este estudio utiliza datos de hace 40 años, cuando quizás, se consideraba que un niño era rebelde por motivos por los que no lo haríamos hoy, como el ser directo o tener decisión a la hora de llevar proyectos a cabo por uno mismo. El estudio tampoco analiza los métodos por los que estos individuos consiguieron sus empleos, “No podemos asegurar o descartar que aquellas personas más contestatarios no hayan conseguido empleos mejor remunerados por causas que quizás, no sean del todo éticas”, dicen los autores de la investigación.
Son muchos los niños que dan más de un dolor de cabeza a sus padres, o a sus profesores; niños que muchas veces son tachados de indisciplinados o incluso “balas perdidas” pero ahora están de enhorabuena y todo parece indicar que el día de mañana, gracias precisamente a ese inconformismo, sus padres podrán relajarse al saber que el niño sí iba por el buen camino. Su futuro jefe, posiblemente, no pensará lo mismo.
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