Yahoo Finanzas Los españoles, marginados en los planes de Europa para reactivar la economía
Las peticiones de España para que los países ricos abran la mano y estimulen la economía de los países del Sur de Europa son por ahora un clamor en el desierto. Incluso cuando Europa se plantea suavizar los rígidos criterios para permitir a los Estados de la unión políticas expansivas en el gasto que amortigüen los recortes, se deja fuera a España.
Porque pese a que son numerosas las presiones para que se suavicen esos estrictos corsés al gasto público y así corra más dinero en la economía, los resultados por ahora son nulos.
El propio FMI lo pedía a final del año pasado por boca de su directora general, Cristine Lagarde y también lo ha hecho la OCDE. El Fondo Monetario recomendaba a Alemania que ralentice su proceso de ajuste presupuestario para evitar el impacto negativo de sus medidas de austeridad sobre las tasas de crecimiento de otros países de la eurozona en dificultades, como Italia o España.
Merkel puede permitirse avanzar un poco más despacio en los ajustes que el resto y contrarrestar los efectos negativos de los recortes acometidos por los países en crisis, según el Fondo. Pero Alemania ya ha contestado con un no rotundo. Merkel se niega a estimular la economía de los socios del Sur, su prioridad es su electorado.
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También el Gobierno de Bruselas ha planteado un cambio para promover el crecimiento sostenible que permita a algunos países saltarse temporalmente las reglas del déficit para promover inversión, una medida que ha defendido desde hace tiempo Italia y que nunca se había aceptado hasta ahora, según ha informado El País.
El problema reside en que la propuesta va sólo dirigido a los países cuyo déficit público esté por debajo del 3% que marcan las reglas del pacto de estabilidad; es decir, precisamente a los que están más saneados y menos necesitan ese balón de oxígeno. Con este esquema, solo Alemania, Luxemburgo, Suecia, Finlandia, Estonia, Bulgaria y Malta podrían beneficiarse.
Apenas cuatro países de los 17 del euro y uno exclusivamente —Alemania— entre los grandes Estados. España va a cerrar 2012 con una cifra de déficit cercana al 7%, lo cual nos da una idea de las posibilidades que hay de que se pueda beneficiar de estas nuevas reglas.
Sin embargo nuestro país al igual que estados rescatados como Grecia, Irlanda o Portugal padecen fuertes desequilibrios fiscales derivados de la caída de la actividad y por tanto no tienen dinero para estimular sus economías con inversiones públicas salvo que se recorte en más partidas vitales del gasto social.
La nula actividad hace casi imposible reducir el déficit porque no hay ingresos, hecho que provoca una espiral recesiva al tener que reducirse el gasto público sí o sí. Y nuevos tijeretazos pueden provocar un estallido social, un escenario que, por desgracia, podría no estar lejos.
Bruselas quiere dar luz verde a su proyecto en primavera para aplicarlo inmediatamente, según los cálculos de la Comisión Europea. Si flexibiliza algo los criterios para que entren más países dentro de esos nuevos límites de gasto, y Alemania entierra su estrechez de miras, España podría beneficiarse, aunque sea tímidamente, del plan gracias al tirón de la demanda que pueden provocar esos países. Es una esperanza, y de momento no parece haber nada más en el horizonte. [IDNet Noticias]
