Llega el trueque de casas, otra forma de cambiar de vivienda

Había surgido en los últimos años de crisis pero ahora vuelve de forma más profesional. Es la compra de vivienda a través de trueque, es decir aportando otra casa o bien inmobiliario como forma total o parcial de pago.

Está claro que el mercado inmobiliario en España no volverá a los excesos y delirios de la época del Boom y que ha cambiado de forma sustancial. Lo vemos desde hace meses. Así, pese a que sube la compraventa de casas, los precios siguen bajando ligeramente, los compradores recurren poco a las hipotecas y de hecho menos de la mitad de las transacciones se articulan a través de este tipo de préstamos, crece día a día la vivienda destinada al alquiler y ‘proliferan fórmulas como el alquiler con opción a compra. En definitiva, es otro escenario.

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Dentro de él nos encontramos con la opción del trueque. Hay empresas que ven potencial en este negocio. Por ejemplo, Truekecasa es una de ellas. Esta cadena inmobiliaria, tiene cuatro agencias en funcionamiento, y pretende expandirse mediante franquicias por las principales ciudades de la geografía española. Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia, Bilbao, Canarias y Baleares son sus principales objetivos. Truekecasa actúa como intermediario para garantizar el beneficio a ambas partes.

Hay que remontarse a los años más duros de la crisis para detectar la aparición del trueque inmobiliario. En esos años en los que no había liquidez, surgieron canales específicos de intercambio de pisos en los diferentes portales inmobiliarios.

Lo que ha venido ocurriendo con más frecuencia en la crisis es la entrega de un piso como parte del total del pago, pero lo que es menos habitual es que baste solo con el piso. Es una buena opción si no disponemos de suficiente liquidez pero sí de patrimonio. También es un recurso si queremos la casa de nuestros sueños pero no la puede pagar íntegramente.

Pero también hay que ser consciente de las pagas del trueque. Es difícil que las dos partes se sientan atraídas por la casa de la otra parte, y también hay que tener en cuenta que cuando una propiedad se admite como forma de pago ésta se suele valorar a la baja. Otro problema es el doble papeleo y el coste consiguiente en impuestos y trámites.

Lo que oficialmente se formaliza son dos compraventas por separado, con lo que los gastos de notario e impuestos se duplican. Hay que pagar las dos escrituras, las plusvalías municipales de los dos pisos y liquidar ambas transmisiones patrimoniales.

IDNet Noticias
@Jorcha