El secreto de la medida estrella del programa de Ciudadanos

Ciudadanos acaba de presentar su programa económico y una de las medidas estrella es la llamada mochila austriaca, el sistema que sirve para mitigar el impacto social del desempleo y que sustituye la indemnización por despido. La mochila se está haciendo famosa ahora, aunque en el pasado ha sido defendida por otros en España, como el BBVA.

Consiste en la constitución de un seguro o bolsa de dinero contra el despido a base de aportaciones, bien del empresario, del trabajador o de los dos, a una cuenta individual de cada empleado, por una cantidad equivalente al 1 % de su salario.

Se trata de un cambio sustancial respecto al modelo actual, donde es la empresa que despide al trabajador la que paga la indemnización y si el trabajador se va por voluntad propia se pierde. La bolsa austriaca supone que es un bien propiedad del trabajador, una cuenta de ahorro individual, que se invierte para sacarle rentabilidad, de la que el empleado podrá hacer uso cuando sea despedido y de la que conocerá su importe en todo momento.

Entre las ventajas de este sistema se incluye el que el trabajador pierde el miedo a cambiar de empleo, pues si se marcha se lleva su mochila con él. Esto debe impulsar la movilidad laboral.

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El gran dilema es quién paga para constituir la mochila. Si es el trabajador, se supone que sería a costa de tener menos sueldo. En el caso de Ciudadanos, abogan por que la factura la pague la empresa, ya que hablan de una “contribución empresarial”. El problema es que esto supondría un encarecimiento a la hora de contratar al trabajador de un 1%.

Tenemos ante nosotros, por tanto, una mochila austríaca un tanto particular. La situación del país quizá no permita implementar esta mochila tal y como lo hacen en Austria, cuya tasa de paro es cercana al 5 % y los trabajadores con contrato temporal son el 9 %, frente al más del 20% de España.

En Austria, el empresario llega a aportar el 5% y la indemnización por despido directa es igual a cero. En España, las cifras son de 33 días por año en caso de despido improcedente y 20 días en caso de despido procedente.

El BBVA ha defendido la idoneidad de un sistema similar en España. El servicio de estudios de la entidad aboga por un modelo mixto: la mochila sería equivalente a ocho días al año de salario pagados por el trabajador. El resto, hasta los 20 días por año por despido procedente y los 33 días por despido improcedente (las mismas cifras que hay ahora mismo), lo pagaría el empresario como hasta ahora.

Y la indemnización sería creciente. Es decir, que según el BBVA, en los dos primeros años de contrato, sería más barato despedir a un indefinido que a un temporal. La consecuencia parece clara: el número de contratos temporales caerá a mínimos. Sólo aquellas tareas que cubran necesidades muy puntuales se cubrirán con este formato.

El objetivo de la mochila austríaca es incentivar la contratación o acabar con el miedo a contratar. El empresario, cuando las cosas fueran mal en su compañía o cuando no estuviera contento con el rendimiento de uno de sus empleados, no tendría que pensar en cuánto le costaría despedirlo, porque el dinero de la indemnización estaría guardado en la bolsa de cada trabajador. Su decisión se basará sólo en la productividad.Se trata de agilizar el sistema de salida. Ahora se trata de ver si eso agiliza el sistema de entrada al mercado laboral.

IDNet Noticias
@Jorcha