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La segunda amnistía fiscal de Montoro que se nos avecina

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está preparando la que parece ser la segunda amnistía fiscal de su mandato. Tras la aplicada hace dos años, ahora el Gobierno negocia con Suiza un acuerdo por el que las cuentas opacas de los españoles que no afloraron su patrimonio en el anterior perdón colectivo tributen ahora a cambio de mantener su identidad oculta.

Es decir, que el Estado recibiría una buena inyección de millones pero será imposible seguir la pista de ese dinero si los titulares lo sacan de Suiza hacia otro paraíso fiscal. Esta nueva amnistía viene condicionada por la presión internacional contra los paraísos fiscales y contra al régimen de opacidad suizo en particular, según cuenta Expansión. Los suizos quieren contentar al resto de países occidentales sin mermar las bases de su ancestral modo de ganarse la vida: siendo el banquero de los ricos y también de los defraudadores.

Suiza está ofreciendo que los defraudadores que tienen el dinero guardado en la Confederación tributen entre el 21% y el 41% del valor de las cuentas al país de origen de los contribuyentes a cambio de esconder a los infractores. De momento ya se han alcanzado acuerdos similares con Reino Unido y Austria.

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El proyecto permite gravar las cuentas que tenga la banca suiza desde el momento en que empiezan las negociaciones, con lo que evita el efecto huida del dinero.

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Montoro pretende con este acuerdo perseguir a los que han dado la espalda a la primera amnistía fiscal, que son muchos. Recordemos que afloraron cerca de 87.000 millones de euros. Pero la recaudación fue sólo de 1.200 millones de euros -de los 2.500 que presumiblemente se recaudarían-. De esta cantidad únicamente 89 millones procedieron de empresas -en este caso la estimación era de 1.050 millones.

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La medida de gracia permitió a las empresas repatriar dividendos aplicando el 8% y 10% de gravamen, frente al 30% que se evadió; y el 3% al resto de los contribuyentes que desviaron dinero hacia paraísos fiscales (cuando se les debió retener un 21% de IRPF). La medida fue terriblemente polémica, sobre todo porque coincidió con una subida de impuestos.

Las autoridades suizas reconocen ahora que están negociando con Hacienda, pero hasta ahora lo hacen en secreto. "Es difícil abordar el asunto porque todavía no es público. Tenemos conversaciones informales con bastantes países", afirman los responsables fiscales suizos. El Gobierno de Rajoy puede tener algo de viento a favor en este caso porque ultima la presentación de una reforma fiscal que al parecer supondrá una rebaja de impuestos. Aunque en conjunto, no se sabe a ciencia cierta como quedará la presión fiscal global.

IDNet Noticias
@Jorcha