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La moda del alpiste como alimento humano: un negocio muy rentable

La poderosa autoridad alimentaria de Estados Unidos, la Food & Drug
Administration (FDA)
, y su homóloga en Canadá acaban de dar luz verde al uso para consumo humano de las semillas de alpiste,
hasta ahora reservadas a pequeñas aves. Aunque la medida no gusta por igual a todos, los grandes productores ya se están frotando las manos.

Canadá es el mayor exportador de alpiste del mundo, con una producción de casi 150.000 toneladas en 2015 que supone alrededor del 60% del mercado. Y aunque el precio está aún en torno a medio euro el kilo (menos de lo que se cobra por la mostaza o las lentejas), los productores confían en que los fabricantes de alimentos pronto cambien la lista de ingredientes y comiencen a encontrarle nuevos usos del alpiste para aumentar la superficie cultivada.

Así que lo más probable es que pronto podamos encontrar en los estantes de los supermercados pan, galletas, pastas y todo tipo de productos elaborados con estas semillas. Sólo es cuestión de dar tiempo a que los fabricantes hagan cuentas para ver el negocio y los consumidores se acostumbren.

Hasta ahora, la producción de alpiste para el consumo humano estaba muy limitada y sus semillas sólo llegaban a los consumidores de manera casi simbólica en barritas nutritivas y algunos panes de hamburguesa, en sustitución de las conocidas semillas de sésamo.

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Tradicionalmente el alpiste se ha considerado un cultivo marginal por sus bajos volúmenes de producción comparado con otros cereales, la falta de inversión pública o privada en la mejora genética de las semillas y su consumo restringido a las aves de compañía. Pero en los últimos treinta años la superficie y producción mundial se han triplicado y supera las 250.000 toneladas.

El director de los productores de alpiste en Saskatchewan, Canadá, ha mostrado su convencimiento de que “la industria alimentaria y los consumidores adoptarán en breve este grano nutritivo, rico en proteínas y libre de gluten".

[También de interés: ¿Y el arroz? China se rinde a la patata y planea convertirse en el mayor productor del mundo]


Casi al tiempo que se aprueba el consumo humano de alpiste, nos enteramos de que tiene propiedades casi medicinales. Por lo visto, ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, sirve como diurético y antiinflamatorio e incluso para tratar problemas de vejiga y piedras en el riñón. Hay que matizar que tales semillas deben ser 100% sin fibra de silica (o sea, unas semillas especiales y desarrolladas en determinados laboratorios) para evitar riesgos de cáncer de esófago.

Entre las grandes ventajas de este producto hay tres claras: el precio es muy volátil, sus granos son fáciles de conservar en silos durante periodos de tiempo prolongados y el mercado está en manos de unos pocos. En consecuencia, el comercio del alpiste es un negocio poco transparente y que se presta a la especulación. Y eso es sí que es atractivo.

En pocos años los productores (y especuladores) del sector de alimentación habrán convencido a los propietarios de superficie cultivable de los beneficios que les traerá el cultivo de este ‘novedoso’ cereal. No será extraño que, con el tiempo, empecemos a ver las propiedades milagrosas de la cáscara de alpiste, del agua que se obtiene al cocerlo, de la leche de alpiste y de lo que entretiene comer alpiste, en lugar de pelar pipas.

IDNet Noticias