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La avalancha de puestos de trabajo sin cubrir

Una verdadera avalancha de puestos de trabajo sin cubrir inunda el mercado laboral español. Paradójico, sin duda. Con una tasa de paro superior al 20% y una ratio de desempleo juvenil del 48%, uno no puede menos que llevarse las manos a la cabeza. ¿Qué pasa en nuestro mercado laboral?

Los últimos datos oficiales conocidos son contundentes. En el segundo trimestre del año, las empresas estimaron que tenían 75.852 puestos vacantes. Se trata de la cifra más elevada de ofertas de trabajo desde mediados del 2013, cuando alcanzó las 72.790 vacantes (el dato más antiguo de la serie publicada por el INE).

Estos datos pueden ser parciales, porque estas estadísticas están un tanto sesgadas hacia empleadores públicos y empresas grandes. De hecho, buena parte de este repunte en ofertas de empleo –se han incrementado un 26% respecto al mismo periodo del año anterior– se explica por la demanda de la administración pública y Defensa (21.1619 vacantes frente a los 11.871 de doce meses antes). La hostelería, el otro sector locomotora de la economía española, registra casi 9.800 puestos por cubrir en ese periodo respecto a los 5.283 del segundo trimestre del 2015). En todo caso, las vacantes se concentran en el sector servicios (suponen más de nueve de cada diez).

¿Qué pasa en el mercado laboral entonces? El desajuste entre los puestos de trabajo disponibles y los conocimientos de la población es notable y es transversal, es decir, afecta a casi todos los sectores y a personas tanto de elevada formación y como con formación más elemental.

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En un estudio realizado por Manpower a finales del año pasado, el 14% de los directivos españoles decía que no logran encontrar a españoles formados para los puestos de trabajo que estaban buscando y se ven obligados a buscar a esos profesionales fuera de España.

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Muchos de esos puestos de trabajo están relacionados con capacidades técnicas notables. Pero este estudio también nos muestra que existen oficios manuales como electricista o incluso panadero que no están encontrando candidatos disponibles y con la formación necesaria para poder ejercer esta labor. En la actualidad, muchos jóvenes van directamente a hacer una carrera universitarios o ciclos de formación pensando que así encontrarán trabajo antes, pero la realidad es que los puestos de trabajo tradicionales son los que se están quedando sin personas disponibles para trabajar.

En paralelo, España es un país en el en la educación imperan las ciencias sociales sobre las ciencias técnicas. Desde ingenieros hasta puestos de trabajo técnicos de control de calidad siguen estando vacantes ya que las empresas no encuentran a los trabajadores que están esperando.

Por su parte, la Unión Europea cifra en 800.000 las vacantes laborales que puede haber en 2020 en Europa por carecer la población aspirante de las suficientes capacidades digitales. Y la tecnología del futuro pasa por «las aplicaciones en ciudades inteligentes y en movilidad; nuevos dispositivos y toda aquella relacionada con el big data.

No cabe duda que el país necesita una reforma educativa con urgencia que supere los errores de los últimos 40 años.


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