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¿Es cierto que por fin los españoles no tienen miedo al fracaso en sus proyectos?

Uno de nuestros defectos colectivos más característico ha sido el miedo al fracaso. El temor a poner en marcha algo y tropezar en el intento, a ser criticado por ello, en vez de ser admirado por el intento y apoyado para retomar la iniciativa o iniciar otra con el bagaje aprendido en ese intento.

Es un rasgo de psicología social muy marcado en nuestra historia que ahora se disipa en las jóvenes generaciones que tratan de buscarse la vida en un entorno muy adverso. Esto cuenta gente muy cualificada que está todo el día viendo y hablando con jóvenes y no tan jóvenes emprendedores españoles que han puesto en marcha proyectos de todo tipo, y lo han hecho sin miedo al dichoso fracaso.

Se puede decir más alto pero no más claro. “Vemos que hay en España una nueva generación de jóvenes emprendedores que en lugar de ir a trabajar a los grandes bancos ha decidido crear sus propias empresas”, declara una responsable del fondo de capital riesgo Accel Partners y lo recoge Expansión. “Una de las características que más nos llama la atención es que los emprendedores españoles no tienen miedo al fracaso”, ha declarado en una conferencia organizada por EY y la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri).

Ser emprendedor se ha convertido en una opción preferente para muchas personas que no tienen miedo al fracaso porque si el proyecto sale mal, no tienen mucho que perder. Esta combinación de factores está creando un entorno propicio para las llamadas startups que suscitan el interés de las grandes firmas de inversión y capital riesgo internacionales, muchos de los cuales están invirtiendo en ellas.

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[También de interés: El florecer emprendedor de Madrid llama la atención del ‘Financial Times‘]

Pero emprender y tener éxito sigue siendo algo muy complicado de lograr. Por ejemplo, otro gran fondo inversor como Highland Capital Partners suele analiza con detalle unas 200 empresas al año en todo el mundo y ve una empresa al mes en España. Al final, solo invierte en seis o siete en total. Al mismo tiempo, se cuentan por miles los proyectos de ecommerce que nacen constantemente en la red, pero pocos son los que se consolidan. Se requiere trabajo duro y no buscar atajos erróneos para consolidar el proyecto.

Empresarios y grandes inversores reclaman que haya un mejor marco de juego en España para los emprendedores. Creen que el Gobierno debería favorecer la regulación a las startups y ofrecer más incentivos fiscales para que los inversores puedan cerrar operaciones. La endémica burocracia española es otro de los grandes obstáculos para los aventureros del mundo de la empresa. El Gobierno en funciones creo la llamada Ley de Segunda Oportunidad, precisamente para dar apoyo financiero y legal a aquellos que fracasan en su primer intento emprendedor o en un proyecto familiar de mejora de sus condiciones de vida. Pero, lo denuncia Adicae y otros muchos, a la hora de la verdad, esta iniciativa legal no está funcionando.

Las deudas con más peso en un proyecto empresarial o familiar fracasado no se perdonan y, en consecuencia, persiguen al deudor el resto de su vida. Es decir aquellas contraídas con Hacienda y la Seguridad Social, que son precisamente la mayoría que acumulan los autónomos, las hipotecarias o con garantía real, salvo que el banco decida ejecutarlas, y, en caso de divorcio, la manutención. Algunos partidos ya están pidiendo una nueva ley de segunda oportunidad.

IDNet Noticias

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