En qué nos beneficia que la prima de riesgo haya bajado tanto
Se han escrito ríos de tinta sobre el brutal incremento de la prima de riesgo en los años de crisis y la amenaza que suponía. Ahora que es al revés y el bono está en mínimos históricos es interesante saber qué supone para el Estado, para las empresas y para los ciudadanos.
El problema es que el efecto a pie de calle tarda en llegar, pero no cabe duda que es la mejor noticia para la economía de un país. A corto plazo, permite al Estado ahorrarse miles de millones en gastos financieros, lo cual facilita la reducción del déficit púbico y rebaja la necesidad de mantener o elevar la presión sobre el bolsillo del ciudadano vía impuestos.
Además, alivia la necesidad del Estado de captar dinero y por tanto competirá en menor medida con la iniciativa privada (banca, empresas, aseguradoras, etc.) por captar el dinero disponible y por tanto el coste de pedir prestado será más barato para empresas y personas.
También tiene un efecto sobre la imagen del país, que gana en credibilidad y solvencia a ojos del dinero extranjero y se muestra más dispuesto a volver a financiar a empresas e instituciones.
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Sin embargo, este efecto beneficioso sobre la cantidad de crédito disponible y el coste del mismo está tardando en llegar. La banca se empieza a financiar mejor en el exterior pero todavía arrastra tantos problemas tras la resaca de la crisis que sigue reduciendo el crédito o si lo da lo hace exigiendo un coste muy elevado.
Es decir, los bancos siguen teniendo como prioridad recuperar sus beneficios y su nivel de capital y de hecho buena parte del dinero que tienen en vez de utilizarlo para dar crédito lo usan para invertir en deuda pública, que pese a haber bajado su rentabilidad sigue ofreciendo intereses cercanos al 3% a 10 años.
La traslación a la economía familiar está siendo demasiado lenta. Todavía se tiene que recuperar el flujo de crédito y el poco que hay sigue siendo caro. El Banco de España en su último boletín mensual denuncia que el coste del crédito a los hogares incluso ha aumentado tanto en los destinados a la adquisición de vivienda como en los dirigidos al consumo y otros fines. El crédito hipotecario sigue alto. Esos intereses rozan a día de hoy el 3,8% frente a un precio oficial del dinero está en el 0,25%. Tampoco las pymes están notando las bajadas de la prima de riesgo.
Según los datos del banco central, los intereses para el crédito al consumo rozan en la actualidad el 8% en un nivel alto y que no ha descendido en ningún momento desde que comenzó la recesión.
La bajada de la prima es una bendición, pero el cuello de botella sigue siendo la banca y el todavía elevado endeudamiento de empresas y familias.
IDNet Noticias
@Jorcha