Yahoo Finanzas El pequeño banco público que puede cambiar la mala imagen mundial de la banca española
La posible venta de un pequeño banco de los rescatados con dinero público por todos los españoles puede suponer un antes y un después para la percepción sobre
España y la maltrecha banca española que hasta ahora tenían los inversores extranjeros.
Y puede suponer un vuelco porque son agresivos inversores foráneos los que están detrás de Evo Banco, filial del nacionalizado NCG Banco que aglutina su red de oficinas fuera de las regiones de Galicia, Asturias y León. Ahora mismo hay dos postores intentando llevarse esta pequeña entidad: un consorcio formado por los grupos de capital privado anglosajones Centerbridge y Anacap y un fondo estadounidense de capital privado, cuyo nombre no ha trascendido, según cuenta Financial Times. El interés de ambos inversores ha sido confirmado por el Banco de España.
De cerrarse la operación sería la primera vez desde el estallido de la crisis que una entidad controlada por el Frob, el fondo de rescate español, es adquirida por inversores extranjeros. Hasta ahora algún inversor norteamericano había presentado propuestas no vinculantes para intentar quedarse con alguno de los bancos quebrados, pero no había llegado a pujar en firme.
Los bancos vendidos: la CAM, Unimm, Banca Cívica, Ceiss o Banco de Valencia siempre han ido a parar a manos de otras entidades españolas y con un coste enorme para las arcas públicas porque los compradores han recibido ayudas.
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En este caso, todos los grandes bancos españoles han recibido información sobre EVO pero ninguno ha realizado una oferta aceptable, dejando así el terreno libre a inversores extranjeros. La entidad gallega ha confirmado los avances en la venta de EVO, aunque declinó realizar comentario alguno sobre las ofertas recibidas.
EVO, que cuenta con unos 250.000 clientes, 80 sucursales y unos 600 empleados, registra unas pérdidas de 40 millones de euros. Sin embargo, esta venta debería ser rentable para el Estado, a diferencia de las anteriores. Este sería el segundo elemento relevante de esta operación y sentaría precedente para las dos que se avecinan después, que son de gran envergadura: la venta del propio NCG y la de Catalunya Banc.
Son dos bancos grandes que arrastran dificultades. No parece fácil que vayan a poder venderse con beneficios que permitan compensar siquiera en parte la enorme factura que ya hemos pagado para sanear las cajas y la banca con problemas. Precisamente, el Banco de España acaba de dar a conocer la cifra consumida desde 2009.
Nada menos que 61.366 millones de ayudas públicas directas. De esa cantidad BFA Bankia se ha llevado la mayor parte, 22.424 millones de euros, seguida de Catalunya Banc, con 12.052 millones, y NCG Banco, con 8.981 millones. Después, están Banco de Valencia (5.498 millones) y CAM (5.249 millones). Cabe recordar que Banco de Valencia se integró en Caixabank y que CAM lo hizo en Banco Sabadell, que también se hizo con Banco Gallego, que recibió 245 millones.
Las entidades integradas en Unicaja recibieron 1.129 millones de euros, las de Liberbank suman 1.806 millones, las de Banco Mare Nostrum contaron con 1.645 millones, las integradas en BBVA recibieron 953 millones, y las de Ibercaja 407 millones.
Pero esos 61.000 millones no incluyen los avales del Estado a emisiones de entidades de crédito concedidos para facilitar su acceso a los mercados de capitales ni las quitas al valor de las preferentes que han sufrido los inversores que las compraron ni los 35.000 millones comprometidos por el Estado para cubrir eventuales pérdidas que vayan aflorando por la caída del valor de los bienes que esas entidades tengan en balance y vayan vendiendo. En total, un señor agujero.
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