Yahoo Finanzas El último despropósito del Gobierno con la luz: aborta el recargo por consumo excesivo días después de crearlo
Nuevo despropósito, y ya se pierde la cuenta, en la gestión del problema de la tarifa de la luz en España. El Gobierno sigue una senda caótica con anuncios de medidas, cambios legislativos y rectificaciones constantes espoleadas por las peleas competenciales y de concepto que anidan dentro del propio Gobierno y por la presión del lobby eléctrico y del de las energías renovables.
El objetivo de Rajoy era acabar con el llamado déficit de tarifa, es decir los costes del sistema eléctrico que no se cubren con lo que pagamos los españoles, y no lo ha conseguido pese al fuerte incremento que ha sufrido la factura de la luz.
[Relacionado: Cuidado con los servicios de la luz y el gas]
Ayer, sólo unos días después de anunciar a bombo y plantillo que se ponía en marcha un novedoso y ecológico sistema de recargos a los hogares que consumieran luz en exceso, se conocía que el Gobierno recula y suspende esos peajes progresivos sobre la luz justo cuando iban a empezar a facturarse los primeros recibos del mes de enero con ese nuevo sistema.
[También te puede interesar: Toda la información sobre la tarifa de la luz]
Se anunció como un verdadero progreso para fomentar el ahorro y la eficiencia en el consumo de los hogares, pero su objetivo era evidentemente recaudar más dinero para tapar ese enorme agujero que genera el sistema eléctrico en España.
El Gobierno recula ante las críticas recibidas del órgano regulador del sector, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), y de los consumidores. Pero el equipo de Rajoy sigue erre que erre y matiza que no renuncia a la medida. Estudia su aplicación con otro método.
Asimismo, hace apenas un mes el Gobierno, tras desdecirse varias veces y rectificar otras tantas, aprobaba una norma que ha creado nuevas tasas sobre el consumo eléctrico de las empresas para recaudar más para el Estado e intentar cuadrar el déficit público.
En paralelo, la tarifa ordinaria de la luz no para de subir. Está compuesta por una parte regulada, que fija el Gobierno, y otra que deriva de los precios que supuestamente se pagan en el mercado mayorista. Un mercado que está bajo sospecha ya que se considera manipulado por las eléctricas.
El Gobierno ha congelado su parte en el arranque de 2013 para contener el impacto sobre los consumidores y la inflación. Pero el resto de la tarifa sigue subiendo. De hecho, la gran mayoría de los hogares, el 81%, considera que la luz es muy cara.
Por ejemplo, la asociación de consumidores Facua asegura que el recibo de la luz sube a partir de este mes 2,49 euros mensuales para el usuario medio, lo que significa un 3,2% sobre lo que se pagaba desde octubre y una subida anual del 8,3%. Facua estima que el recibo habrá pasado de los 73,99 euros que pagaba en enero de 2012 el usuario medio a 80,47 euros mensuales.
Además, la asociación denuncia que el Gobierno está preparando un cambio regulatorio para "recortar el derecho de millones de usuarios a acogerse a la tarifa fijada por el Ministerio de Energía, obligando a los que superen una determinada potencia contratada a someterse a las tarifas del mercado libre, que generalmente son aún más caras".
Y como guinda, el Gobierno prepara la llamada reforma energética, un cambio a fondo de todo el sistema. Iba a estar lista el verano pasado y tras sucesivas peleas en privado y en público entre el Ministerio de Industria, el de Hacienda y el de Economía, ahora se habla del mes de julio. El cuestionado ministro del ramo, José Manuel Soria, dice que pretende mantener la tarifa regulada y al mismo tiempo intervenir "lo mínimo posible" en el recibo de la luz. La verdad es que visto lo visto, cuanto menos intervenga mejor para todos. [IDNet Noticias]
