Yahoo Finanzas Comprar nacionalidades ya es posible: ‘solo’ necesitas unos cientos de miles de euros
El dinero mueve montañas y parece que cada vez más. La crisis ha provocado que muchos países ofrezcan permisos de residencia, de trabajo, visados o incluso la nacionalidad a cambio de dinero, ya sea inversión en deuda del país, en vivienda de semilujo, o en la creación de un negocio.
El dinero compra lo que antes requería una larga estancia en el país y una conducta intachable. Es un fenómeno que se da en los cuatro confines del mundo, incluido España. En nuestro país, el Gobierno ha habilitado estas fórmulas para incentivar la inversión extranjera y atraer talento.
Otros países son más agresivos e incluso llegan a ofrecer la nacionalidad pura y dura a cambio de unos cientos de miles de euros. Los compradores de nacionalidades suelen buscar el poder entrar en ciertos países relevantes sin necesitar un visado o esquivar la imputación de procedencia cuando un país entra en conflicto con otro.
Los países más agresivos a la hora de conceder esta nacionalidad son Dominica, San Cristóbal y Nieve, Antiguay Barbuda, Malta y Chipre, según detalla ABC. En Dominica, por 100.000 dólares más las tasas se puede conseguir ser ciudadano de esta isla caribeña. Además, también se requiere saber inglés, tener más de 21 años y hacer una entrevista con un miembro del Gobierno.
Un pasaporte dominiqués permite viajar sin necesidad de tener visado a más de 80 países, entre los que se incluye Reino Unido. No es necesario siquiera residir en el país que da la nacionalidad ni pagar impuestos si se vive fuera.
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San Cristóbal y Nieves es el país que más rápido concede la nacionalidad: 90 días. Con la compra de una propiedad en la isla el gobierno incluye de regalo la nacionalidad del país. Basta con gastarse en el mercado inmobiliario por lo menos 400.000 dólares.
Antigua y Barbuda, país vecino del Caribe, ofrece algo similar aunque la nacionalidad sólo es válida durante cinco años. En el caso de querer renovar la nacionalidad tendrá que demostrar haber residido al menos 35 días en la isla. Desde 2013-, concede una segunda nacionalidad para quienes inviertan un mínimo de 400.000 dólares en el sector inmobiliario, 1,5 millones de dólares en algún sector que genere empleo o una donación de 250.000 dólares a la fundación National Development (desarrollo nacional).
Malta se planteó inicialmente conceder la nacionalidad a cambio de una inversión de 650.000 euros pero tras el revuelo causado entre sus vecinos, añadieron la cláusula que obliga a residir en el país al menos un año y elevaron el monto a 1,15 millones de euros.
Finalmente Chipre, inmerso en un duro plan de rescate tras el colapso de su sistema financiero ha ideado también esta fórmula para recabar ingresos. Basta con haber invertido 5 millones de euros en activos del país, ya sean bonos u obligaciones del Estado. Esta cifra, pese a superar significativamente la de las anteriores opciones, ha sido rebajado ya dos veces.
En España, el Gobierno se ha lanzado a implantar prácticas similares con el fin de atraer inversión, proyectos empresariales y a personas con talento. Gracias al polémico visado de oro se obtiene permiso de residencia si se invierten más de 500.000 euros en una vivienda, se gastan al menos un par de millones en deuda pública, se dejan un millón en depósitos y acciones o se impulsan proyectos empresariales de “interés general”.
La oferta ha empezado a cuajar, de forma discreta, por el flanco inmobiliario. Los inversores en ladrillo de lujo copan más de 90% de los escasos permisos concedidos y son los millonarios chinos y rusos los que acaparan casi la mitad de esos nuevos permisos de residentes.
El documento es además un salvoconducto de entrada en Europa. Permite viajar libremente dentro de los 26 países del área Schenguen. Con él en la mano, los inversores pueden dar un segundo paso para conseguir la “autorización de residencia” por dos años y renovable que permite trabajar. Además existe otra ventaja, la fiscal. El titular de ese permiso puede mantener su residencia fiscal fuera de España a menos que permanezca más de 183 días al año en este país.
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@Jorcha
